La ONG británica PDSA, dedicada al cuidado de las mascotas publicó recientemente un informe muy peculiar, en el que reúne una serie de investigaciones, las cuales derriban algunos mitos sobre mascotas, en especial perros, gatos y hámsters.
Algunos de los resultados de este informe y que fueron publicados por el portal español www.que.es, hablan sobre la relación entre perros y gatos.
Sobre esta información, el estudio dice que investigadores de la Universidad de Tel Aviv descubrieron que estos animales pueden compartir una casa si son presentados cuando son cachorros, preferiblemente antes de que el gato cumpla seis meses y el perro un año.
Esta afirmación la comparte el doctor Rafael Gamboa, de la Clínica Veterinaria Escazú.
“Requiere cierto grado de acostumbramiento, aunque hay algunas razas más problemáticas que otras, entre más jovenes sean más fácil será que se acepten mutuamente, también influye la educación del animal”, apuntó.
Además, Gamboa añadió que uno de los mitos más grandes y peligrosos de nuestra sociedad para con las mascotas es, “no darle leche con limón a animales intoxicados, eso está metido en el subconsciente del costarricense y es muy dañino, ya que la leche por un lado no disminuye la intoxicación y por otro un animal afectado no distingue entre respirar y tragar y si la leche es respirada produce una neumonía mortal por ingestión y estos casos son terriblemente frecuentes”.
Con este apunte se derriba aquel pensamiento que dice que la leche es buena para los gatos. “Después del destete, la leche no es necesaria e incluso puede ser peligrosa por sus calorías”, aportó el informe de la PDSA.
En tela de duda
Los gatos normalmente ronronean cuando están contentos o disfrutan de afecto por parte de sus dueños. Pero el ronroneo también puede ser un síntoma de dolor, ansiedad o malestar.
Pese a esta información, el doctor Gamboa dice, “no he visto algo similar, no me ha tocado verlo”.
Por su parte, otro aspecto que levanta alguna duda sobre el comportamiento de las mascotas es la del hámster.
Ya que según y como lo vemos en los lugares donde se venden, a estos les gustan las ruedas. Para el informe, “las ruedas y cilindros giratorios que se instalan en la jaula de los hámsters pueden causarles estrés y agotamiento, llegando incluso a la hipertemia”.
