Entrevista a Tomotane Hara, productor

Paulo Rodríguez C.
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Gracias a que su padre Toshi tane buscaba un país para vivir en paz y sin ejército y a la amistad que hizo con el expresidente Francisco Orlich, es que Tomotane Hara lleva ya 35 años viviendo en Costa Rica.

Este japonés, nacido en Tokio, se desempeña ahora como periodista, productor y corresponsal del canal 5 nipón llamado Asahí.

Con 53 años, Hara tiene 23 de dedicarse de lleno al mundo de la comunicación y a documentales enfocados en gran parte a la ecología especialmente de nuestro país.

Hablamos con Tomotane sobre su vida en Costa Rica y el drama del terremoto y tsunami que azotaron recientemente la tierra de sus ancestros.

¿Qué ha hablado con sus familiares sobre esta tragedia?

Tengo tíos allá, primos y primas y dichosamente todos ellos viven al sur de Japón, entonces no se vieron muy afectados por el terremoto y el tsunami.

¿Cómo les fue con el día del Arigato (gracias en japonés), que se organizó en pro de los damnificados del terremoto?

Muy bien gracias a Dios, recibimos una visita de 10 mil personas y se recaudaron ¢21 millones sin tomar en cuenta lo que muchas instituciones y empresas están depositando a la cuenta bancaria. Esta plata irá toda para ayudar a nuestros compatriotas.

¿Por qué eligió Costa Rica para vivir?

Mi padre, debido a la Segunda Guerra Mundial, quería vivir en un país sin guerra ni ejército, y en uno de sus viajes en barco por su trabajo, conoció e hizo amistad con el expresidente Francisco Orlich, quien le dijo que aquí no tenían ejército. Luego de eso se trajo a toda la familia para acá.

¿Es productor y corresponsal al mismo tiempo?

Sí yo tengo mi propia empresa de servicios de transmisión satelital. Realizo y hago trabajos en torno a política y los temas ecológicos en Costa Rica, que es una de las cosas que más llama la atención en Japón y más recientemente la visita que hizo el príncipe. Además soy corresponsal del canal Asahi de Japón.

¿Qué le gusta hacer, aparte de la producción?

Me gusta mucho navegar en Internet. Es un pasatiempo que me encanta para enterarme no solo de las cosas aquí, sino también en el resto del mundo. Ahora más que nunca paso pegado a la computadora para ver qué pasa con mi país natal luego del terremoto. Pienso mucho en todos ellos.

¿Qué lo ha enamorado del país aparte de su esposa?

La naturaleza es increíble, el aire, la tranquilidad y bueno como lo dice usted, la belleza de las ticas (risas). Además, me encantan la olla de carne y los chicharrones.

¿Qué extraña de Japón?

Cuando uno se hace viejo le entra cierta nostalgia y comienza a ver más significativas las costumbres y culturas del país natal. Me llama mucho la atención a la seguridad ciudadana que hay en Japón. Ahí todo el mundo anda tranquilo y sin temor.