Repartió autógrafos, abrazos y hasta besos a niños, mujeres y hombres y se tomó unas cervezas frente al mar, el jueves por la tarde.
La oficina de prensa de Migración, consultada por Al Día, indicó que Sfera se encuentra en Costa Rica. Según encargados del departamento este hombre llegó el jueves al país en crucero.
“Como es normal los viajeros no deben hacer ingreso al país porque la bandera los ampara o los cubre. Usualmente, la gente lo que hace es bajarse del barco para hacer sus compras y luego duermen en el barco hasta que este sale”, explicó la encargada de la oficina de Migración.
Este crucero salió hoy del país con rumbo desconocido, pero el imitador, quien tiene un grupo tributo a U2 que se llama Achtung Babies gestionó en la entidad a las 8 a.m., el ingreso al país.
En cuanto a Bono, cuyo nombre real es Paul David Hewson, la funcionaria señaló que no hay registros de un ingreso a Costa Rica.
¡Qué descaro!
Lo que tiene indignada a la gente y se comenta en las redes sociales, es que Sfera siempre dijo ser Bono.
Él compartió con los niños del Hogar Monserrat de la “Perla del Pacífico”.
Dijo que llegó en un barco donde viajaban varios científicos y expertos en educación. Durante el tiempo que compartió con los niños, el imitador, cantó varios temas y respondió a varias preguntas de los pequeños. Ahí estuvo entre las 11 a.m. y la 1 p.m.
Luego de eso pasó algunas horas cerca de las cabinas Mar y Mar, en El Cocal de Puntarenas, donde vio el atardecer, tomó y compartió con algunos de los vecinos del local.
Una camioneta Toyota Prado rojo oscuro, se estacionó frente al negocio propiedad de Robespierre Ortega. Cinco personas bajaron del carro: el chofer, un supuesto publicista, un fotógrafo y una mujer que dijo ser su esposa.
“Yo no sabía quién era. Tomaron fotos, porque habían dos arco iris uno sobre el otro y un celaje impresionante. Pidieron cervezas y estaban cantando ‘Don’t worry be happy’. Yo hasta lo regañé que no me tiraran basura al suelo”, contó Ortega.
Ortega aseguró que en un español perfecto, el supuesto Bono, le contó estar allí para visitar dos hogares de niños en la zona, como parte de su labor filantrópica.
“Como no los molestamos se quedaron por cuatro horas. Allí cruzó la calle, regaló dos aretes, uno a mi esposa y el otro a mi hija”, aseguró. “Se portaron muy respetuosos, dio besos, abrazos y hasta pidió una guitarra para cantar”, añadió.
“¨Como vieron que no los molestamos, se acercaron al final y al primero que saludó fue a mi hermano. Nos enseño una manera que él tiene de abrazar, con la mano derecha en sobre nuestra cabeza”, recuerda Nayudell Ortega.
* Colaboraron Isaac Lobo y Neyssa Calvo.