Si bien no llenó, la asistencia fue más que aceptable.
Dos horas le bastaron al cantautor mexicano, iniciando a las 9:33 p.m., para enamorar a su entregado público que, se fue no solo satisfecho por la impecable voz de su ídolo, sino también seco porque el cielo se aguantó de llorar.
Abrió con “Qué Dios bendiga nuestro amor”, “El peor de mis fracasos”, “Vive sin mí”, “O me voy o te vas”, “Como fui a enamorarme de ti”, “Eterno amor secreto”, y fue hasta que cantó “Hay de amores, amores”, que repasó el primero de varios temas de su nuevo disco “En Total Plenitud”.
“A mis 38 años (bromeó el artista de 51) no estoy para bailar tanto. Los veo muy secos, vamos a invitar a una ronda. Cervecita para todos”, decía el compositor, levantaba de sus asientos a su gente cuando interpretaba temas bailables, al estilo norteño.
Tal fue el caso de “Tú me vuelves loco” y “Más que tu amigo”, donde se hizo acompañar de cuatro hermosas bailarinas.
“Tú cárcel”, “Antes de que te vayas” y “Si no te hubieras ido” marcaron su despedida, en una noche donde ablandó corazones.