Como cualquier otro examen deben presentar los estudiantes mañana y pasado las últimas dos batallas para ser bachilleres.
Ante el examen es normal sentir ansiedad y es muy útil en ese momento tomar un minuto para respirar con los ojos cerrados expulsando el aire lo más lento posible al menos tres veces, comentó Rocío Solís directora de la contraloría de los derechos de los estudiantes del Ministerio de Educación Pública (MEP).
Luego no hay que olvidar que la materia la han venido viendo desde el inicio del curso, añadió.
Es muy importante que los padres de familia sean cómplices de los profesores y proyecten seguridad y tranquilidad, pues muchas veces son ellos quienes fomentan lo contrario en sus hijos.
Sí se puede
Para aumentar la confianza de los estudiantes también hay que fomentar los pensamientos positivos descartando el decir: “No lo voy a aprobar”, “¿Lo haré bien? o “Se me va a olvidar todo lo visto en clase”.
El exjefe del departamento de pruebas nacionales del MEP, Marvin Loría, aconsejó un día antes de la prueba repasar solo las dudas, cenar liviano y acostarse temprano. Y frente al examen ser muy ordenado y no perder tiempo en la pregunta que no saben.
Bajo control
Evite estar cerca de gente con ansiedad, pues se contagia.
El día de la prueba levántese temprano, tome un té tranquilo y haga una rutina de ejercicios.
Escuche música instrumental, con volumen bajo, para concentrarse.
Por cada hora de estudio tome un descanso de 10 minutos.