Roma, Italia / AFP. - El magnate de las comunicaciones y primer ministro Silvio Berlusconi renunció ayer a su cargo poniendo fin a un reinado de casi 20 años marcado por escándalos sexuales y judiciales, mientras una muchedumbre lo despidió por las calles de Roma con abucheos e insultos.
Berlusconi presentó su dimisión al presidente de la República Giorgio Napolitano, después de que el Parlamento aprobó las reformas exigidas por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para salvar al país de la quiebra económica.
Cientos de manifestantes se congregaron espontáneamente frente al Palacio del Quirinale, sede de la presidencia, para festejar el adiós al primer ministro, quien dijo sentirse “dolido” por los abucheos y silbidos.
“Payaso”, “payaso”, “a la cárcel”, “juicio, juicio”, gritaba la muchedumbre, que según medios de prensa llegó a lanzar monedas al paso de su automóvil y pedía que fuera juzgado por sus numerosos líos judiciales.
Izando banderas con los colores de Italia (verde, blanco y rojo), los manifestantes desfilaron ante las sedes de las instituciones oficiales de la capital, desde el Parlamento hasta la presidencia, para despedir una era marcada por los escándalos y la crisis económica.
Entre las pancartas artesanales brillan aquellas que rezan “¡Bye-bye Silvio!” o que simplemente llevan escrito una palabra: “¡Desaparece!” y “Por fin”.
Un concierto de bocinas estalló por las calles del centro de la capital, con cantos como de estadio y el destape de botellas de champaña en honor del adiós del magnate de las comunicaciones.
“Es como el día de la liberación”, confesó emocionado Pierluigi Bersani, líder de la mayor formación de izquierda, el Partido Democrático.
Italia tuvo que acelerar el ritmo esta semana para aprobar el paquete de medidas exigidas por la comunidad internacional, ante el riesgo de que la crisis derribe al país, la tercera economía de la Eurozona, con una deuda de 1,9 billones de euros (120% del PIB).