La hiperactividad que lo acompañó desde pequeño fue la misma que lo hizo meterse en el mundo de las artes.
Empezó cuando apenas tenía 13 años, haciendo voces de personajes en una emisora, pues según dijo, en su casa no lo aguantaban por inquieto, por lo que siempre andaba metido en todo tipo de actividades y cursos, desde el fútbol, hasta clases de teatro.
Aunque se da a conocer como “Señor Araknido” su nombre real es Sebastián Gaetano, un joven oriundo de Córdoba, Argentina, quien desde adolescente se dedicó a hacer circo sin más carpa que el mismo cielo y sin más equipo que su propia imaginación.
“Soy actor, malabarista, mago, acróbata, comediante, payaso...mi principal objetivo es hacer que la gente se divierta”, comentó Sebastián.
A pesar de que desde que empezó en el mundo del circo se ha dedicado a ofrecer presentaciones en parques y festivales de artes, en algunos países “donde la situación se ha puesto difícil”, también le ha tocado acudir a los semáforos con sus malabares para ganarse el sustento.
Lo que más le apasiona de esta profesión, según dijo él mismo “es hacer reír a la gente y que hay que aprender cosas que sean positivas y que no contaminen”, dijo.
Hace 9 años llegó al país de paso como parte de sus giras y como le pasa a muchos visitantes la tranquilidad y el buen humor de los costarricenses lo persuadieron a hacer de este su nuevo hogar.
El “Circo de la Calle” como quienes se dedican a esto lo han bautizado, es según Sebastián, una alternativa de entretenimiento que cada vez conquista más sonrisas y trasciende las fronteras.
La falta de espacios es uno de los principales problemas que enfrentan quienes se dedican a “hacer circo”, por esto Sebastián creó hace seis años el Festival de las artes Circenses en el país y ya trabaja en la edición del próximo año.
