Martes 25 de octubre de 2011, Costa Rica

Actriz, activista, símbolo sexual

Ella es Rocío, la sincera

Isaac Lobo

ilobo@aldia.co.cr

La actriz Rocío Carranza no le tiene pena a nada, mientras vaya de acuerdo con las convicciones en las que cree.

Se le ha visto desnuda interpretando a “Salomé”, a una bruja en el creciente cine costarricense o vociferando en contra de las injusticias que comete el hombre hacia la naturaleza.

En su más reciente trabajo interpreta a una prostituta, en el corto de Jürgen Ureña “Los inadaptados”, que le dará vida al largometraje “Días rotos”.

Es de las actrices nacionales más destacadas. Actúa desde los 13 años, así que tiene mucha experiencia y sus trabajos dan de qué hablar.

Posee un cuerpazo, pero no quiere que la admiren por eso, basta tan solo cruzar con ella unas palabras para notar que es una mujer profunda, interesante y con mucho criterio.

¿Luego de salir en “SoHo” se ha convertido en un símbolo sexual tico?

No creo. Pero sé que un montón de gente ahora me sigue por eso. Hice las fotos porque me tenía muchas ganas. Lo conversé con mis amigas y familia.

¿Sabe qué es bonita?

Sí, sé que tengo belleza, pero no quiero que se me acerquen por eso. La belleza es algo bonito, no digo que no me importe, pero deseo que me admiren por otras cualidades.

¿Hay pretendientes?

Sí, hay mucha gente que se me acerca. Algunos por mi trabajo, otros porque le gusta lo “light”. Si alguien quiere hablar conmigo de ir al “gym” y conversar sobre fiestas, la verdad no le puedo aportar mucho. El culto a la belleza enajena a las personas.

Pero, ¿Se cuida?

Claro, hago ejercicio, pero no dejo que eso sea lo importante.

¿Como justifica un desnudo?

Lo justifica la propia historia. Si Salomé no hubiese hecho la danza de los siete velos, no le cortan la cabeza a San Juan el Bautista. Hay otras cosas que sí acepto que fue porque se necesitaba que saliera un cuerpo desnudo, para aumentar la oferta de la película.

¿En qué proyecto anda?

Estoy en ensayos de la obra “El amor no es amado”, dirigida y escrita por Luis Carlos Vásquez.

¿Cuál es su personaje?

Es Santa Clara de Asís. La obra no es religiosa pero relata la vida de San Francisco de Asís. Es un musical, hay baile, danza, canto y crítica el modo actual de vivir del ser humano.

¿Canta?

Ahí estoy aprendiendo. Acepté esta obra precisamente porque es un reto. Se estrena el 4 de noviembre, un viernes en el Teatro de La Aduana.

¿Cuénteme sobre el corto de Jürgen?

Se estrena el domingo 6 de noviembre a las 6 p.m. en el Variedades, en el Festival Internacional de Cine y Video de San José. Se llama “Los inadaptados”. Los protagonistas son dos transexuales y yo hago de prostituta.

¿Qué tal la convivencia?

Nos hemos hecho muy amigas. Me di cuenta lo buenas personas que son y que son muy parecidas a mí, solo que tienen otra forma de disfrutar su sexualidad.

¿Fue difícil ese personaje?

Sí, es muy difícil. Actuar sobre alguien que es muy diferente a uno siempre lo es. Mi vida ha estado llena de oportunidades y mi personaje no.

¿Usted escoge los personaje o le llegan?

Yo no los escojo, me llegan y les doy vida.

¿Ha rechazado alguno?

No, solo cuando luché en contra de la minería a cielo abierto que estaba muy ocupada.

¿Cuál ha sido su favorito?

Todos, porque siempre me ponen un reto. Le puedo nombrar los últimos como en “Casa de muñecas”, “Los Velázquez” y “Salomé”, que han sido muy importantes.

¿Es polémica?

¿Yo polémica? No, más bien soy muy sincera conmigo y con los demás. Ya si con esta forma de ser se crea este tipo de reacciones es distinto. Busco cosas positivas, el amor y que otros lo encuentren.

¿Por qué es activista?

Es parte de mí. Mis padres son exiliados porque lucharon contra la dictadura en su país. Mi papá fue secuestrado y torturado en Argentina. Crecí en un país en el que la lucha por los derechos es pan de todos los días. El arte es un reflejo de la sociedad, tenemos que ser instrumentos para hacer el cambio.