¿Cuál es su posición con respecto al tema?
Al ser una figura notoria (“Choché”) su intimidad se debe mucho al interés público. Ahora, dentro de su ámbito privado, es una persona normal y puede hacer lo que desee. Lo que pasa es que tiene que tener cuidado porque eso provoca que esté expuesto a escándalos, más si se dedica a actividades y contacto con el público. Para mí hubo una imprudencia por parte de él, sabiendo que podía ser utilizado para otros fines y más aún para ser extorsionado como lo fue.
¿Qué procedería?
Aquí lo que habría que determinar es si la persona que realizó la grabación, fue la que realmente subió el video y chantajeó. En principio podría enfrentar un proceso penal por difamación si no se comprueba que realmente el afectado es el del video, además de extorsión.
¿Cuáles serían las penas?
La problemática está en identificar e individualizar al imputado, más cuando hablamos de Internet, pero ante una falta comprobada de delitos contra el honor es una sanción económica, la indemnización de daños y perjuicios, en cuanto a la extorsión, sí hay una sanción penal que queda a criterio del juez según la gravedad que sea.
¿Existe un vacío legal?
Por supuesto, y más en la concepción de delitos informáticos, nuestro Código Penal está completamente obsoleto e inclusive sólo un artículo específico es el que regula la posibilidad, pero no contempla el montón de posibilidades de violaciones y fraudes por Internet.
