La Cruz Roja Costarricense acordó, el 19 de noviembre de 2011, regalar ¢10 millones a un cruzrojista de Desamparados para que compre un lote a su hermana y construya allí su vivienda.
Según la institución, el funcionario, de apellido Guzmán, ha tenido problemas con su casa ubicada en márgenes del río Damas, sobre todo en época lluviosa, por lo que decidieron ayudarle.
En el acuerdo se establece que el dinero será debitado de la cuenta de emergencias institucional y no de un fondo público de emergencia, pues esto es competencia de la Comisión de Emergencia.
Aunque la Benemérita defiende el aporte, el sábado el Consejo Nacional analizará si gira o no el dinero a raíz de los múltiples cuestionamientos surgidos.
Miguel Carmona, presidente de Cruz Roja, dijo que en los últimos cinco años han brindado apoyo económico a tres cruzrojistas.
“Parece que los de Cruz Roja no tienen derecho a ser auxiliados como cualquier ciudadano y eso si nos preocupa”, afirmó.
Ante la consulta de que si brindar ayuda social es la misión de la Cruz Roja, más aún cuando existen otras entidades creadas con ese objetivo, Carmona aseveró que la misión institucional es aliviar el dolor humano y que no solo es “recoger gente en accidentes o rescatar ahogados”.
Aseguró que ese tipo de ayudas las seguirán brindando a cruzrojistas debidamente registrados y con historial en la institución y no a cualquier ciudadano. “Dios guarde; ahí si no podemos convertirnos en otro IMAS”, sentenció.
Carmona insistió en que el giro de dinero a Guzmán no afecta en nada los presupuestos de los comités, ni es parte de los fondos que destinan los costarricenses a través de colaboraciones u otras actividades, como el Ticobingo.
“Tenemos un fondo de ayuda con fondos propios de la institución: con patrocinios, con una serie de ayudas de empresas, de convenios... No es que le quitamos del presupuesto a los comités”, dijo. Ayer no fue posible localizar a Guzmán por vía telefónica.
