Limón.- “Camarón que se duerme se lo lleva la corriente...”, reza un viejo refrán que ilustra perfectamente lo sucedido ayer a varios oficiales del OIJ de Limón.
Los agentes judiciales llegaron a barrio Quinto para realizar unas diligencias propias de su trabajo y dejaron su vehículo estacionado junto a la vía.
Cuando regresaron, se llevaron una tremenda sorpresa.
Ya nadie respeta nada, mucho menos al Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Los delincuentes quebraron uno de las ventanas del carro y se apoderaron de varios chalecos antibalas, según confirmó la oficina de prensa del OIJ.
El hurto se registró a las 9:30 a.m. cerca de la concurrida feria del agricultor.
Tras el mal rato, los investigadores coordinaron con un juez para realizar dos allanamientos pero todo fue en vano. Los chalecos propiedad de las autoridades judiciales seguían ayer en manos del hampa. Pese a ello, los sospechosos del robo estaban identificados y serían detenidos en cualquier momento.