Vivir Hoy
Domingo 12 de febrero de 2012, Costa Rica

Relaciones de pareja

Cuando el sexo los vuelve locos

Neyssa Calvo Achoy

ncalvo@aldia.co.cr

Es la excusa perfecta en la que se pueden escudar para cometer infidelidad, pero lo cierto es que es un mal latente e incluso reconocido por la ciencia.

La psicóloga Marlene Aragón de Enfoque a la Familia la adicción al sexo es un mal progresivo y altera el ánimo de quien lo padece, como cualquier otra droga. Es decir, la persona pierde su paz o control , pues su preocupación es obtener grandes dosis de sexo.

Para la persona su actividad sexual llega a convertirse en el centro de su vida ocupando cada vez más tiempo y energía para lograr placer.

La víctima presenta las mismas características que cualquier adicción: inmadurez emocional, impulsividad, baja tolerancia a la frustración, pobre sentido de la realidad, poca capacidad para el auto cuidado y dificultades en sus relaciones interpersonales, destacó Margarita Murillo, especialista en investigación y terapia en sexualidad.

Añadió que es algo que puede suceder en cualquier momento de la vida, pero usualmente se inicia en la adolescencia cuando empiezan a explorar su sexualidad.

Según la psicóloga Melissa Céspedes se trata de un mal que afecta a toda la población, pero se presenta más en hombres que en mujeres.

Agregó que en su consulta los varones no consultan directamente sobre el tema hasta que llega el momento que interfiere en su vida en pareja.

¿Qué hacer en ese caso? El primer paso es que el adicto acepte su condición y mantener una comunicación estrecha con su compañero o compañera.

“Ambos deben ser más amorosos y firmemente hablar para buscar ayuda. No es un asunto de señalar o criticar sino de sanar, reforzó Murillo.

Aunque cada persona es diferente los adictos tienen características en común. Por ejemplo, necesitan satisfacer sus deseos carnales más que cualquier cosa aunque después se sienten mal.

Y para dar rienda suelta a sus fantasías no dudan en masturbarse de forma compulsiva y consumir mucha pornografía mediante revistas, televisión o Internet, destaca el sitio el mundo.es.

Además, suelen ser promiscuos y aficionados a los encuentros de una sola noche con personas conocidas o recurren a la prostitución corriendo en muchos casos peligro de contraer enfermedades de transmisión sexual y de provocar un embarazo no deseado.

Eso sí, hay que tener claro que tener deseo sexual a diario no es sinónimo de adicción mientras que no llegue a dominar su vida al punto de no poder parar.

Señales

Pensar constantemente en relaciones sexuales.

Buscar siempre situaciones excitantes como sexo sin protección.

Practicar el sexo de forma compulsiva incluso varias veces al día.

Negar el problema y creer controlar la situación.

Fuente: www. enbuenasmanos.com