Con la implementación de la nueva ley de tránsito, las filas se hacen cada vez más largas para quienes pretenden sacar o renovar la licencia y el permiso para conducir, en las sedes del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
Hugo Jiménez, director de Educación Vial, explicó que la cantidad de usuarios aumentó entre un tres y un cinco por ciento después de la entrada en vigencia de la legislación.
“Al observar la gente las multas que indica la nueva ley, algunos salen a renovar la licencia que tenían vencida o hacen otros trámites”, indicó Jiménez.
Por esta razón, el Cosevi se vio obligado a ampliar el horario de atención de 8 a.m. a 6 p.m., desde el pasado lunes y hasta el próximo miércoles 19 de noviembre.
El jerarca recalcó que con esa extensión en la atención se logra atender entre 300 o 500 personas más por día a nivel nacional.
Esta situación se evidencia en las sedes ubicadas dentro del Gran Área Metropolitana (GAM), donde se logró pasar de 800 usuarios atendidos a 1.100 con el horario vespertino.
De estos, cerca de 700 personas son atendidas durante un día en las oficinas centrales del Cosevi, en la Uruca.
Más frecuentes
La emisión de licencias y permisos para conducir vehículos livianos y motocicletas son los trámites que se realizan con mayor frecuencia, según Marcelo Morera, jefe del departamento de acreditación de conductores.
La nueva ley de tránsito establece una multa de ¢94 mil a quien conduzca sin haber obtenido licencia o permiso temporal de aprendizaje o que maneje con un aval temporal sin el debido acompañante.
Además, las personas que manejen con licencia no apta para el tipo y clase de vehículo conducido y quienes conduzcan con licencia extranjera por más de tres meses luego de haber ingresado al país, deberán cancelar una infracción de ¢47 mil.
Por su parte, los conductores con licencia o permiso temporal de aprendizaje vencido tendrán que desembolsar ¢20 mil.
Hasta el pasado 7 de noviembre, la Dirección General de Educación Vial reportó más de 645 mil licencias vencidas.
“Esa cantidad incluye las licencias dobles y la gente que haya muerto, el sistema todavía no está en capacidad de limpiar esas licencias”, acotó Jiménez.
Actualmente en Costa Rica hay más de un millón y medio de conductores.