No todos reciben los vientos fríos que anuncian la Navidad con los brazos abiertos, pues para algunos el solo hecho de sentirse cerca del mes los hace caer en una profunda tristeza.
¿A quiénes les afecta? Suele ser más difícil enfrentar las fiestas de fin de año para los que no tienen pareja, los hijos se ido del “nido”, vivir lejos del país, están enojados con la familia, han perdido un ser querido, falta de dinero o enfrentar una enfermedad, destacó la psicóloga María Ester Flores.
Añadió que el dolor se intensifica en esas épocas y hay que darse permiso para recordar las emociones que brotan sin querer desde el corazón.
“Los demás deben escuchar sin juzgar ni obligar a calmarse u olvidar. Al contrario, deben invitar a expresar y acompañar las lágrimas”, destacó Flores.
De acuerdo con el sitio www.taringa.net el rodearse de gente y de aquellos que conversen del problema puede resultar altamente terapéutico.
Además, ayuda el hacer una lista de las cosas buenas que se tienen y que le rodean.
Según la psicóloga Melissa Céspedes del Hospital Clínica Bíblica la depresión se manifiesta con desánimo, pocos deseos de salir y en ocasiones se refugian en la comida. También sufren insomnio, irritabilidad así como falta de concentración.
“Los familiares deben comprender que los cambios de humor son normales y tener claro que no ayuda el obligarlos a estar en actividades a las cuales no desean asistir”, recalcó Céspedes.
En su opinión, es importante la preparación previa, pues es una época de mucho desorden emocional y se unen muchos factores que influyen negativamente. Lo ideal es buscar ayuda psicológica de darse un cambio notorio en el comportamiento.
Punto extra
Evite las comparaciones para aliviar la pena. Además, permita un espacio para llorar y hablar sobre su pena.
Haga ejercicio regular, los tres tiempos de comida y duerma las ocho horas recomendadas.
