Aserrí. - La tradicional feria del Tamal albergó ayer a cientos de personas en el centro del cantón, quienes además de disfrutar de un rico tamal, bailaron.
La actividad ofreció desde una cimarrona que recorrió la principal calle del cantón hasta ventas de joyería artesanal.
El centro de Aserrí lució abarrotado bajo un candente sol, mientras los espectadores bailaban y gozaban de la música.
Rafael Ángel Monge, vecino de la zona, aseguró que la feria era una perfecta excusa para reunir a los lugareños.
“El espectáculo es impresionante. Lo contagia a uno de mucha energía. Ya fui por mis tamalitos y la verdad se ven buenísimos”, mencionó emocionado.
En cuanto a las ventas, Víctor Cerdas, propietario de la Tamalera Corrales señaló que estuvieron excelentes y que la piña de tamal costaba ¢800.
“La gente se acerca, se sienta y se come un buen tamalito en familia. Nosotros hemos vendido bastante. Yo he participado seis años en esta feria y definitivamente esta ha sido la mejor. Hay mucho ánimo”, comentó Cerdas.
Cierre de vía molestó
La vecina Ana Porras afirmó que el único fallo de la actividad fue el alto tránsito vehicular.
La queja se da porque solo cerraron un carril de la carretera (San José - Aserrí), lo que generó desde largas presas de vehículos hasta el enojo de los presentes.
El vecino Patricio Gómez apuntó que para estas actividades se debe paralizar el flujo de carros por la zona. “Ojalá lo consideren para el próximo año”, acotó.
