La Antorcha Olímpica
Los organizadores de Londres 2012 garantizaron que la antorcha que llevará la Llama Olímpica alrededor el Reino Unido durante dos meses puede resistir los chubascos habituales en el verano británico, explicó la cadena pública BBC.
La antorcha dorada que portará el fuego que llegará desde de Olimpia (Grecia) fue sometida a rigurosas pruebas en condiciones meteorológicas extremas, y ha salido de todas ellas con la llama encendida, recalcó el Comité Organizador de los Juegos (LOCOG).
Antes de la ceremonia de inauguración, el 27 de julio en el estadio de atletismo de Stratford, la antorcha recorrerá cerca de 12.800 kilómetros alrededor del Reino Unido, un periplo en el que, previsiblemente, los portadores del fuego olímpico se enfrentarán a diversas inclemencias meteorológicas.
La antorcha partirá el 19 de mayo de Land's End, el punto más occidental de Gran Bretaña, y recorrerá un camino en el que unas 115 personas se relevarán cada día para transportarla, en la mayoría de los casos a pie, aunque también se cubrirán algunas etapas en barco, globo aerostático, motocicleta, e incluso a caballo.
El recorrido de la antorcha |
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Los ingenieros responsables del diseño de la antorcha, ganadora del premio al Mejor Diseño del Año 2012 en el Reino Unido, describieron cómo sus prioridades al esbozar el objeto eran garantizar la seguridad de los portadores y que la llama resistiera encendida ante la lluvia y el viento. "El LOCOG nos pidió que la antorcha aguantara temperaturas desde -5 hasta 40 grados centígrados, y que soportara una humedad del 95 por ciento, así como condiciones de lluvia y nieve", explicó Stuart Hawker, uno de los responsables del diseño de la antorcha.
El ingeniero subrayó que uno de los mayores problemas con los que se encontró su equipo fue hallar la forma en la que la llama se mantuviera encendida cuando la antorcha se inclina 45 grados en cualquier dirección. El equipo técnico sometió asimismo a la antorcha a diversos test de resistencia: entre otras pruebas, la dejaron caer desde una altura de tres metros para comprobar que el quemador no salía despedido, lo que hubiera supuesto un peligro para el portador.
Durante tres días, los ingenieros trabajaron en el túnel de viento que la compañía automovilística BMW tiene en Múnich (Alemania), donde simularon condiciones extremas para asegurarse de que el fuego olímpico no se apagará antes de llegar a Londres.