Juicio contra padres por homicidio de hija seguirá el 28 de enero

Médico confirmó brutal agresión

Dijo que si la niña sobrevivía quedaba cuadrapléjica/ Golpe le reventó estómago y bazo

San José - La declaración que rindió ayer el cirujano Marco Vargas Salas, especialista en traumas del hospital de Niños, rompió el estado de impavidez que habían mostrado los padres de la menor durante el juicio.

Conforme avanzaba su informe, la madre secaba sus lágrimas con un pañuelo, mientras el padre ocultó el rostro entre sus manos.

Vargas fue elocuente. Dijo que un impacto directo le reventó el estómago y el bazo a la pequeña.

Una asfixia que estuvo a punto de causarle la muerte le provocó daños en el cerebro que, de haber sobrevivido, la hubieran dejado sin movimiento de pies y manos.

“Nunca más iba a movilizarse y su única comunicación hubiera sido un leve seguimiento con la mirada” añadió el especialista.

Según sus palabras era como encerrar el cerebro de un ser humano en una coraza de hierro y tenerla, de por vida, esperando un desenlace fatal.

De hecho ni siquiera tenía capacidad para quejarse y, durante su estancia en el hospital, donde se hacían esfuerzos por salvarle la vida, las enfermeras más cercanas solo vieron lágrimas ocasionales en sus ojos, recordó.

Se determinó que la golpiza a la menor ocurrió entre el 24 y 25 de febrero del 2007.