Rodolfo Martín
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Miramar, Puntarenas.- El contundente golpe ejecutado ayer por Seguridad Pública al narcotráfico internacional al decomisar 969 kilos de cocaína en esta localidad abrió una interrogante mayor: ¿opera ya aquí el cartel de Juárez, uno de los más peligrosos grupos criminales de México?
La sospecha de los agentes de la Policía de Control de Drogas es que sí.
Dos mexicanos, al parecer, miembros de dicho cartel, de apellidos García y Arroyo de 33 y 43 años, respectivamente, fueron capturados por las autoridades tras un sorpresivo operativo en una finca situada unos tres kilómetros al norte de Cuatro Cruces, carretera a Miramar.
Las autoridades estiman que la droga tendría un valor inicial de $19,3 millones (unos ¢10.563.069.000, al tipo de cambio oficial del dólar, de ¢545) según cálculos oficiales.
La presunta conexión con el cartel de Juárez, expone al país a la operación de una organización cuyos miembros son perseguidos y enjuiciados en Estados Unidos por transportar toneladas de cocaína a ese país.
Este cartel libra una guerra sin cuartel por el control de Ciudad Juárez, una de las ciudades más inseguras del mundo, según fuentes del Departamento de Justicia, de la DEA y de diarios mexicanos consultados por Al Día tras el hallazgo en Miramar.
El golpe
El cabecilla del grupo capturado ayer, presuntamente, sería Arroyo, quien tiene varios registros de entrada y salida del país, según fuentes de la PCD.
El último ingreso data del 28 de enero, día en que también arribó García y que lo hizo por primera vez, se aclaró.
La droga al parecer estaba almacenada para ser transportada a México, primero a través de Nicagua y luego a lo largo de todo Centroamérica, se explicó.
Los mexicanos quedaron al descubierto después de que algunos vecinos advirtieran y denunciaran movimientos extraños dentro de esa propiedad.
A los lugareños les extrañaba el ingreso de vehículos a altas horas de la noche y en la madrugada, así como también que las dos personas que “parecían que cuidaban algo” fueran esquivos y recelosos de los vecinos.
Luego del allanamiento, los sospechosos fueron trasladados al edificio de los Tribunales de Puntarenas, donde anoche estaban bajo las órdenes del Ministerio Público.
La droga confiscada fue enviada al Complejo Forense en San Joaquín de Flores en Heredia.
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