El colapso vial de ayer en las rutas alternas a la autopista General Cañas fue apenas una pequeña muestra de lo que podría ocurrir mañana lunes debido al cierre de los carriles en sentido Alajuela - San José.
La medida, que se tomó para la colocación de dos puentes baileys, a la altura del Residencial Los Arcos, causó ayer largas presas, sobre todo en los sectores de Cariari hacia Belén y Lindora, según se comprobó en un recorrido.
La única vía que mostró fluidez fue la 27, que comunica a Caldera, Puntarenas, con San José.
Jairi Campos, de la empresa de autobuses Station Wagon, dijo que ayer los viajes de Alajuela a la capital tardaron hasta una hora y 20 minutos, más del doble del tiempo que dura habitualmente.
El oficial de tránsito William Chacón comentó, mientras lidiaba con el paso de vehículos cerca del centro comercial Cariari, que “el lunes va a ser un caos”.
Diego Herrera, director de la Policía de Tránsito aseguró que se aplicarán las mismas regulaciones. “Tenemos oficiales en puntos estratégicos, la intención es que en caso de una colisión puedan atenderla lo más pronto posible”, explicó Herrera.
Las rutas alternas recomendadas son la radial de El Coyol hacia la ruta 27, desviarse en el puente Francisco J. Orlich, hacia el sector de la Aurora y Barreal, para salir a San José por el Conservatorio Castella, radial Santa Ana-Belén, o ruta 3 por Heredia.
Avance
La colocación de los puentes tuvo un gran avance ayer pues quedó instalada la estructura metálica, además se inició la instalación de las rampas de acceso a los autos y el asfaltado.
Se espera que los baileys queden instalados el martes, pues la rehabilitación de los carriles se prevé para ese día a las 5 a. m.
La colocación de los puentes en el sector es solo el primer paso de una serie de arreglos para dar solución al hundimiento en la carretera, que empeoró por las lluvias de los últimos días.
Una vez instaladas las estructuras, los conductores tendrán que acostumbrarse de nuevo a cierres nocturnos en ambos sentidos de la General Cañas hasta que finalicen las obras, a mediados de diciembre.
No obstante los trabajos pueden prolongarse, si las lluvias no “colaboran”.
Herrera justifica la medida por motivos de seguridad, ya que “a esas horas de la noche por la menor visibilidad no queremos que ningún vehículo colisione contra alguno de los puentes(...). Lamentablemente, si no hay un oficial presente, tendemos a abusar en la velocidad”.
Descartó la posibilidad de un carril reversible o establecer paso regulado en el sector entre 10 p.m. y 5 a.m. “Para eso están las rutas alternas”, recalcó Herrera.
Cristian Vargas, jefe de conservación de vías y puentes del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), dijo que los cierres también buscan proteger a los trabajadores y resguardar las estructuras.
