La presidenta de la República, Laura Chinchilla, recuerda perfectamente el nombre de su primer maestra, pero el presidente de la Asamblea no. El ministro de Educación, Leonardo Garnier, lo recuerda como “don Maurilio”.
Al igual que ellos, cibernautas y costarricenses en general dicen que el consejo más importante para los estudiantes es disfrutar al máximo y aprender al mismo tiempo.
Entre lo que más recuerda la Presidenta de su primer día es una “cola de caballo” con que la peinó su mamá, Emilce Miranda. Dice que se la dejó tan atilintada que le dio dolor de cabeza.
La Mandataria tuvo, de primero a sexto grado, a la maestra Virginia Fuentes Baudrit en la escuela República del Perú, ubicada cerca del parque Morazán.
El grupo era de unas 30 mujeres y usaban el uniforme tradicional de camisa blanca de algodón y falda azul.
El ministro Garnier no olvida que “un compañerito lloraba y lloraba y yo no entendía por qué lo hacía”.
Estudió en la escuela La Salle, al costado sur de La Sabana. Los grupos eran de unos 30 estudiantes. Algunos compañeros siguen siendo sus amigos y aún se comunican.
Al presidente de la Asamblea Legislativa, Juan Carlos Mendoza, no se le olvida que en su escuela había un árbol con un tobogán.
Mendoza estudió en la escuela laboratorio Emma Gamboa, en Montes de Oca. Dice que en esa escuela iban con ropa particular porque no había uniforme.
Casi un millón de estudiantes se integran desde hoy al curso lectivo, que será inaugurado formalmente a las 8 a m. por el ministro Garnier en la escuela Joaquín Gutiérrez Mangel, ubicada en San Rafael Arriba de Desamparados. Allí se entregará la nueva planta física.
Unos 800 estudiantes disfrutarán de esas instalaciones, valoradas en ¢4.000 millones.
