Decenas de vuelos provenientes del extranjero aterrizan cada mes en el aeropuerto Juan Santamaría sin que las instancias gubernamentales revisen el interior de las aeronaves.
Esta situación hace que los controles sean vulnerables. Los jefes de la Policía de Control de Drogas (por razones de seguridad no se publica su nombre) y la Policía Aeroportuaria (Glen Pacheco) admitieron que las inspecciones se efectúan de manera “aleatoria”.
Una serie de boletas de Control de Vuelos No Regulares en poder de Al Día apuntan que “no se presentó ninguna entidad del Gobierno” a las plataformas remotas, las cuales son utilizadas por los jets privados.
El protocolo responsabiliza de la inspección de los aviones internacionales privados a la Dirección General de Aviación Civil, a Aduanas, al Ministerio de Agricultura y Ganadería, a la PCD, a la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) y a la Policía Aeroportuaria.
“Esto es un trabajo cruzado entre diferentes autoridades porque si no, se vuelve imposible. Los delincuentes utilizan diferentes mecanismos y estrategias para hacer sus tráficos”, dijo Pacheco.
Según la normativa, si ninguna autoridad se presenta en los 30 minutos posteriores al aterrizaje, se libera la aeronave para que se estacione en hangares privados.
“Si nos apersonamos al avión, es porque hay algún elemento que nos indique que es necesario ir físicamente. Si es un vuelo rutinario, se conoce a la gente y no hay elementos de sospecha, se hace la revisión por análisis y adiós”, aseguró el jerarca de la PCD.
Los pasajeros que viajan en este tipo de aviones contratan empresas de servicio en tierra ( ground handlers ) para que los lleven hasta la terminal en una buseta junto con el equipaje.
Ahí, los funcionarios de Migración y de Aduanas verifican que los viajeros cuenten con documentos válidos y revisan el contenido de las maletas.
Según Pacheco, nunca han encontrado personas ocultas dentro de los jets para evadir los controles migratorios. Sin embargo, reconoce que podría suceder. “Eso siempre se prevé; siempre tenemos eso en mente”.
Admiten incumplimento
“Tenemos que reconocer que a veces no llega nadie”, comentó Glen Pacheco, quien considera que todas las autoridades deberían asistir en forma conjunta.
Además, resaltó que la Policía Aeroportuaria intensificó las inspecciones apenas desde diciembre. En lo que va del año, han realizado apenas 23 revisiones.
Nelson Morera, jefe de Control Fitosanitario, señaló que parte de su labor es inspeccionar los aviones, pues pueden cargar frutas o fauna sin permisos, pero que no cuentan con el personal necesario. “Hoy, en honor a la verdad, es algo que no se hace”, reveló.
