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Culpable Joseph Massino, alias “Big Joey”, jefe de la familia Bonanno y último de los padrinos de las cinco familias que quedaba en libertad, fue encontrado culpable y podría ser condenado a cadena perpetua en Nueva York. Foto Ilustrativa/Al Día
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Golpe a “La Cosa Nostra”
“Padrinos” en prisión en Nueva York
Nueva York/AFP. Con todos sus padrinos entre rejas y una competencia en ascenso, las cinco familias de la mafia de Nueva York se enfrentan a un momento de transición que pondrá a prueba su legendaria capacidad de resistencia y adaptación desde su establecimiento hace más de 100 años.
El último golpe asestado por la justicia a “La Cosa Nostra” tuvo lugar el 30 de julio, con el veredicto de culpabilidad en siete cargos de asesinato, y otros de menor importancia, de Joseph Massino, alias “Big Joey”, jefe de la familia Bonanno y último de los padrinos de las cinco familias que quedaba en libertad.
“Es la muerte de la mafia norteamericana como la conocimos”, explicó el exagente del FBI, Joe Pistone, al diario Daily News, valorando un fallo que le supondría la cadena perpetua a Massino.
Pistone se infiltró en la familia Bonnano en la década de 1980 y todo lo visto durante los seis años de su misión, sirvió para condenar a unas 100 personas.
Tras ese golpe, y el desmantelamiento de su red de distribución de drogas en 1987 conocido como el “pizza ring”, Massino tomó las riendas de la familia Bonnano.
La historia de la recuperación de los Bonnano, gracias a Joey Massino, es un ejemplo de la capacidad de resistencia de las familias a las embestidas de las autoridades y las guerras internas.
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Implacable Uno de los libros sobre la mafia, titulado “Bonanno: Historia de un Padrino”, revela detalles sobre la vida criminal Joe Bonnano, uno de los jefes mafiosos de Nueva York. Foto Ilustrativa/Al Día
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Tras una de esas guerras, que azotan periódicamente a las familias y que suelen dar lugar a una redistribución del poder, Charles “Lucky” Luciano creó “La Comisión” en 1931, como una especie de foro para los jefes de los clanes que regula las actividades de “La Cosa Nostra” y arbitra en las disputas.
Ello permitió el asentamiento de 5 familias en la ciudad: Bonnano, Gambino, Luchese, Genovese y Colombo, que deben sus nombres a los padrinos que las lideraron en la década de 1960.
Según el FBI, “La Cosa Nostra” está involucrada en “el asesinato, la extorsión, el tráfico de drogas, la corrupción de funcionarios, el juego, la infiltración en negocios legítimos, el soborno de trabajadores, la usura, prostitución, pornografía, fraude fiscal, y, de modo notable hoy en día, la manipulación bursátil”.
Esta mezcla de delitos les permite salvar la competencia de las bandas asiáticas, rusas, hispanas y afro-americanas, según el FBI.
Pero lo que ha hecho más daño a las “familias” últimamente son las traiciones. Los peces más gordos capturados por las autoridades en los últimos años han caído víctimas de las rupturas de la “omertá”, el voto de silencio, de sus propios lugartenientes.
El principal testigo de cargo contra Massino fue su cuñado Sal Vitale, hermano de su esposa y mano derecha, en lo que se consideró la mayor traición en el seno de la mafia desde que Salvatore Gravano, alias “Sammy el Toro”, vendiese a su jefe John Gotti, el “capo” de la familia Gambino.
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