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“SÍ, JURO”
6:20 p.m., los notarios Emilio Díaz (izquierda) y Miguel Salazar, acompañados por su abogadal, Iris Valverde, juran ante la comisión que investiga al contralor.
Abelardo FONSECA/Al Día
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Sesión de olvidos, abstenciones y afonías
Comisión que investiga al Contralor Pablo GUERÉN CATEPILLÁN
pgueren@aldia.co.cr
Desde las 6:18 p.m. hasta las 10 p.m. los diputados de la comisión que investiga al Contralor General, Álex Solís, escucharon a cuatro personas y, con ellas, una lluvia de olvidos, dudas, abstenciones y hasta una afonía, que solo lograron generar, según los propios legisladores, “muchas más dudas que respuestas” sobre este caso.
Los primeros en comparecer fueron los notarios Emilio Díaz y Miguel Salazar, quienes compartieron el bufete del contralor en San Isidro de El General. Ahí comenzaron los olvidos y dudas.
Aunque Salazar reconoció ser amigo del contralor y es el agente residente de las sociedades propiedad de la familia Solís, Reforestadora El Chirripó y Amanecer Salamanca, no pudo recordar si ambas hicieron préstamos por medio de su protocolo, ni quiénes son los socios que las conforman.
Esas dos sociedades y Magda Salazar, exsecretaria de Solís en el bufete, movieron entre 1998 y el 2001 al menos ¢411 millones en préstamos hipotecarios o contratos de compraventa de corto plazo en el cantón de Pérez Zeledón.
Tal información se desprende del estudio de los tomos registrales entregados al Archivo Nacional por Solís Fallas y su vecino de bufete en Pérez Zeledón… Emilio Díaz.
Lo que sí recordó Salazar es que ni a Reforestadora El Chirripó ni a Amanecer Salamanca les cobraba honorarios por realizarles trámite alguno. Dijo no estar seguro si fue o no abogado en algún cobro judicial de la familia Solís.
Aunque reconoció que Magda Salazar fue su secretaria, el notario expresó que no sabe si en esos años de relación laboral, ella acumuló capital como para haber prestado, a título personal, según los documentos notariales, créditos por ¢71.450.000 y $68.181 (¢29.821.687).
La comisión legislativa investiga al contralor por la supuesta falsificación de firmas de parientes cercanos en documentos legales y por el “posible otorgamiento y facilitación de créditos hipotecarios que fueron utilizados para financiar el desplazamiento de personas a otros países en forma irregular”.
Sobre la presunta falsificación de firmas, a Salazar se le mostraron una serie de copias de sus protocolos con la firma de Ottón Solís (hermano del contralor y líder del PAC) y Claudia Quiroz (esposa del contralor) y del mismo Álex Solís.
Pero Salazar dijo no recordar el momento en que esas firmas se habían puesto en el documento, tampoco recordó si eran ciertas y solo aseveró que si están ahí (en el protocolo) “es porque así son” y reconoció que no siempre estaba presente al momento que se estampaba esa firma.
Esto, a pesar de que el artículo 111 del Código Notarial dice: “El notario podrá autenticar firmas o huellas digitales, siempre que hayan sido impresas en su presencia; para ello debe hacer constar que son auténticas”. ¿Campaña?Luego habló Diaz. Antes de las preguntas aclaró que se abstendría de responder algo sobre firmas, porque “de corazón es imposible recordar situaciones de hace uno, dos o tres años”.
Ni Salazar ni Diaz respondieron qué participación tuvieron en la pasada campaña política.
Ambos dijeron conocer a Wílliam Zúñiga, quien tiene su agencia de viajes a la par del bufete y quien presuntamente ayuda a personas en Pérez Zeledón para viajar de manera ilegal a Estados Unidos.
A las 9:25 entró Magda Salazar, exsecretaria de Solís. Se abstuvo. Minutos después lo hizo Zúñiga, quien alegando una afonía, también se abstuvo. “Esto me deja muchas dudas, muchas”, declaró el socialcristiano Rolando Laclé.
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