La victoria rojinegra Julio César BUSTOS
En doble partido, los manudos y morados disputaron el título de la CONCACAF.
A decir verdad, estos encuentros fueron verdaderamente clásicos, con buen juego y con lo principal, anotaciones, con grandes individualidades que hicieron la diferencia a favor de lo manudos.
Pero también hay que resaltar que los “cómplices”, para que fuera completo el espectáculo, fueron los árbitros, que vinieron a hacer lo suyo y sin querer protagonismo, guiaron el partido acertadamente.
En el partido de ida, Alajuela fue de visita a buscar un resultado que le diera la oportunidad de definir la serie en su casa, tal y como sucedió.
Por eso en el partido anterior jugado en Heredia, le dio la iniciativa a los morados, que obligatoriamente tuvieron el mando del encuentro para buscar la victoria.
Pero no se dio, porque los manudos tuvieron gran responsabilidad con su juego para soportar el asedio morado, tuvieron un excelente dispositivo defensivo. Al final lograron su meta, el empate como mínimo.
Para el encuentro de antenoche, Javier Delgado impuso su ritmo de juego, presionando por todo los sectores de la cancha para recuperar el balón y pasar rápidamente al ataque.
Y desde el pitazo inicial, se impuso el juego manudo, presión sobre los morados. Pero con la idea clara de jugar por los costados, para que Froylán Ledezma y Alejandro Alpízar tuvieran libertad de movimientos en el frente del ataque.
Pero con la idea clara de estar constantemente frente al marco de José Francisco Porras. Por eso no es casualidad las tres anotaciones de estos dos jugadores.
Javier Delgado también tenía en su libreto al “Pato” López, que en los dos encuentros finales fue protagonista con goles, al aprovechar los espacios que sus compañeros fabricaron.
El campeonato para los manudos fue justo, porque durante todo el torneo batió a sus rivales en Estados Unidos, México y ahora en Costa Rica.
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