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ENGAÑOSO
La apariencia tranquila del monte contrasta con la intensa actividad interna recogida por los aparatos de los científicos. La foto es del sábado.
AP/Al Día
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Listo para estallar
Monte Santa Elena en alerta máxima
Seattle, Estados Unidos/ AFP. Los visitantes abandonaron el lugar y los vuelos fueron desviados: el volcán Santa Elena estaba ayer en alerta máxima y los científicos pronostican que una erupción ocurrirá en las próximas horas.
Ayer, en la madrugada, los especialistas registraron un temblor volcánico de 25 minutos, informó el Centro Nacional de Información Geológica y Terremotos de Estados Unidos (USGS).
En estos momentos la frecuencia de “terremotos es de una a dos por minuto de una magnitud de aproximadamente tres grados”, añadió.
“Durante la emisión de gas de la víspera, los científicos vieron un aumento en la cantidad de fumarolas en el domo de lava y detectaron dióxido de carbono”, subrayó el comunicado del centro gubneramental.
“Todo esto indica que una segunda erupción está a punto de ocurrir en las próximas horas”, dijo Catherine Pucket, del USGS. Despertó el viernes Tras 18 años de inactividad, el temido volcán se despertó el viernes a las 11H57 hora locales (12:57 en Costa Rica) y lanzó, durante 25 minutos, una densa columna de humo blanca acompañada de pequeñas exhalaciones de ceniza.
El sábado, las autoridades elevaron el alerta a tres (de tres), pidieron a los centenares de visitantes que se habían congregado en el obervatorio Johnston Ridge, a 8 kilómetros del volcán, que abandonaran el lugar y la Oficina Federal de Aviación desvió la ruta de los aviones que preveían sobrevolar la zona.
La semana pasada, ante un fuerte aumento de la actividad sísmica que se agravó con temblores que llegaron a los tres grados en la escala abierta de Richter cada 3 a 4 minutos, los expertos habían vaticinado que el temido volcán iba a despertar. Devastador La última vez que el volcán entró en erupción fue en 1986. Pero en el noroeste de Estados Unidos es recordado sobre todo por la devastadora explosión de 1980, que dejó al menos 57 muertos y arrojó al aire millones de toneladas de material volcánico que cubrieron varios kilómetros.
Muchos de los visitantes que se acercaron al área el sábado habían sido testigos de la erupción de 24 años atrás y querían estar presentes en la reanudación de la actividad.
Tras la explosión de 1980, la altura del monte se redujo de 2.950 a 2.549 metros sobre el nivel del mar.
La erupción se percibió como un terremoto grado 5,1 en la escala de Richter y se llegó a sentir en varias ciudades distantes algunos cientos de kilómetros. La nube de humo y cenizas fue vista desde el espacio y sus efectos se sintieron incluso en Canadá.
El Santa Elena forma parte del cordón montañoso conocido como Cascade Mountains, que cruzan un sector grande del noroeste de Estados Unidos.
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