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Sadam Husein
AP/Al Día
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Violencia afecta juicio
Bagdad/ AP. Enjuiciar a Sadam Husein por crímenes de guerra está resultando más difícil de lo pensado, debido a que el aumento de la violencia en Iraq está haciendo que los preparativos sean más complicados y riesgosos.
Cada vez es más difícil exhumar fosas comunes, recuperar documentos y saqueados, y garantizar la seguridad de jueces, abogados y testigos.
Jueces atemorizados han retirado sus nombres de la lista de candidatos para el tribunal, se mantiene en secreto el nombre del director del mismo y hay incertidumbre sobre si los testigos se atreverán a declarar contra sus antiguos represores.
Tarek, de 49 años, fue encarcelado, torturado y despedido de la fuerza aérea iraquí en 1982. Ahora trabaja como camionero, y dice que en un principio quería participar como testigo pero cambió de opinión.
“La gente de Sadam me matará”, afirmó Tarek, un musulmán chií que pidió que no se publicara su nombre completo.
Una ley redactada por abogados iraquíes y estadounidenses permite que ciertas sesiones del juicio puedan ser grabadas con una cámara.
“Existen razones de seguridad legítimas para realizar las audiencias a puerta cerrada: seguridad del público en general y también de la gente en la corte”, dijo Hania Mufti, del grupo Human Rights Watch con sede en Nueva York.
La Oficina de Coordinación de Delitos de Regímenes, encabezada por Greg Keyhoe, abogado estadounidense nombrado por el Departamento de Justicia, coordina la evidencia. Pero las autoridades norteamericanas e iraquíes parecen no estar de acuerdo sobre la fecha en que comenzará el juicio y sobre algunos asuntos legales.
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