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Desprotegidos
Ariel Segalla escapa a la barrida de Erick Solís. Al contraataque Cartaginés anotó dos goles en los últimos cinco minutos.
Abelardo FONSECA/Al Día
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¡Buen provecho, Cartaginés!
Carmelita le dejó la mesa servida y el cuadro brumoso saboreó el 4-1 Antonio ALFARO
analfaro@aldia.co.cr
Todo quedó liquidado cuando el carmelo Mario Camacho resbaló en la fangosa gramilla. La pelota, que estuvo mansamente en su poder, se iba en piernas del brumoso Bill González por el camino que lleva al gol. Casi por instinto, un tumbado Camacho lo agarró de los pies para derribarlo, impedir la posible anotación y ganarse su segunda tarjeta amarilla. ¡Buen provecho Cartaginés!
La mesa quedó servida: el cuadro de la Vieja Metrópoli ya ganaba 2-1, Carmelita se quedaba con nueve hombres, después de haber perdido por lesión a Esteban Santana cuando ya había agotado los cambios, y tan solo quedaban por jugarse siete minutos. ¿Faltaba más? Sí. Aún con los dos hombres menos, Carmelita siguió lanzado al ataque. Recibió el tercer tanto y no mermó en su ofensiva. ¡De chuparse los dedos! El cuarto gol no podía faltar. Miso cabizbajo
El partido había terminado, algunos carmelos ya salían del camerino rumbo a sus casas, pero Jozef Miso seguía ahí, sentado en el suelo, afuera del camerino junto a la puerta, con una botella de agua entre manos y la mirada clavada en el suelo.
Había ingresado de cambio, con buena parte de la esperanza carmela de igualar el partido, para entonces 2-1 y con 36 minutos por delante. Era su primera presentación con el cuadro de la barriada, tras su paso por Brujas, y todo el banquillo carmelo se mostró entusiasta, con aplausos y voces de ánimo, cuando pasó en frente para llevar la boleta de cambio al cuarto árbitro.
Pero Miso no es jugador para el fango, sino algo así como auto deportivo, que además debe ser afinado con el pasar de los partidos. Lo suyo es la velocidad, no la doble tracción y, por supuesto, los tiros libres. Ayer le quedó uno y lo cobró magistralmente, como hacía en la Liga. ¡Golazo!, pensamos, hasta que salió de la nada el vuelo del arquero Díaz. Días de DíazA Miso no le quedó más que sentarse en el suelo y esperar que la desazón pasara. Cuando partimos del estadio, aún estaba ahí.
Hay días de días. Y de Díaz también. Ayer fue uno de esos. El arquero argentino no solo ahogó el grito de gol en el tiro libre de Miso, sino otro de Erick Solís, arriba y potente, como suele pegarse el hermano de Mauricio Solís.
Sacó otro remate con sello de gol, salido del botín de Esteban Santana, y le ganó el frente a frente a Manrique Hernández, convirtiéndose en el hombre que marcó la diferencia en favor de Cartaginés mientras el partido estuvo 2-1.
Más allá de los dos goles de Whayne Wilson, del mejor arranque de Cartaginés y la arremetida Carmelita, de los tantos de Randall Brenes en la agonía del partido, Díaz fue la figura. Claro está, antes de que Carmelita sirviera la mesa, con nueve hombres, arrastrando las piernas y todos al ataque.
Síntesis
Carmelita 1
Cartaginés 4
Carmelita. O. Villalobos, D. Villalobos, A. González, R. Segura (J. Miso al 54), J.P. Daniels (W. Castro, al 69), E. Solís, H. Fajardo, G. Alvarado (M. Hernández al 59), E. Santana, M. Camacho, L.D. Mejías. D.T.: Luis Fernández-Texeira
Cartaginés. C. Díaz, J. Chan, R. Miller, D. Fonseca, R. Mahoney, E. Granados, W. Wilson (H. Madrigal al 81), A. Segalla, P. Islas (B. González al 54), B. Solórzano (J. Brenes al 69), R. Brenes. D.T.: Juan Luis Hernández.
Goles: 0-1: W. Wilson, al 19. 1-1: E. Santana, al 23. 1-2: W. Wilson al 38. 1-3: R. Brenes al 86. 1-4: R. Brenes al 91.
Estadio: Carlos Alvarado (Santa Bárbara). Hora: 11 a.m.
Árbitro: Randall Poveda, asistido por Erick Mora y Jorge Villalobos.
Amonestados: A. González, M. Camacho (Cm). J. Chan, R. Miller, E. Granados, R. Brenes (C).
Expulsado: M. Camacho, al 83, por doble amarilla.
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