Lunes 4 de octubre, 2004. San José, Costa Rica.


Campeonato Nacional 2004-2005


 

Imágenes del concierto en El Palacio de los Deportes...

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Alertas
La revisión de equipaje con perros entrenados es uno de los métodos usados para dar con cargamentos de cocaína y heroína.
Ronald ROMÁN/Archivo/Grupo NaciónAl Día

“Burros” se juegan la vida

35 capturados en el Juan Santamaría en 9 meses

Erick CARVAJAL MORA

Colaboró Álvaro SÁNCHEZ CÓRDOBA

La inglesa Gwyneth Tandela se tragó 43 óvulos de cocaína y se dirigió al aeropuerto Juan Santamaría.

Conocía el destino de cada uno de los $25 mil (¢11,2 millones) que ganaría por transportar esa droga, pero en un instante sus sueños se esfumaron al ser capturada por la Policía de Control de Drogas (PCD).

De enero a la fecha, en esa terminal aérea se han decomisado 96 kilos de droga entre cocaína y heroína, según datos de la PCD.

Tandela forma parte de los 21 extranjeros y 14 costarricenses capturados en el Juan Santamaría en los últimos nueve meses. Ellos son llamados “burros”, pues usan su cuerpo y equipaje para transportar droga. A setiembre de este año, según las estadísticas de la PCD, han atrapado 6 holandeses, 4 ingleses, 3 rumanos, 1 colombiano, 1 sudafricano, 1 español, 1 chileno, 1 alemán, 1 italiano, 1 dominicano y 1 boliviano.

Un kilo

Entre los “burros” hay dos tipos, quienes transportan la droga en sus cuerpos y los que la esconden en su equipaje. La diferencia es que los primeros no pueden llevar más de un kilo en su organismo.

Además:

  • Atrapados con la droga
  • “Quería dinero fácil”
  • El perfil de esos “burros”, conforme a la experiencia de la fiscalía de Alajuela, es que se trata de personas sin profesión, desempleadas y que viajan con poco dinero.

    La mayoría vienen solos, con poco equipaje, son jóvenes y están poco tiempo en el país.

    “Tuvimos el caso de una inglesa que llevaba ¢300 y $20 (¢8.960). Eso demuestra que solo vinieron para llevarse la droga”, comentó el fiscal de narcotráfico de Alajuela, quien pidió no ser identificado.

    Para Gwyneth, de 30 años, llevar la droga en el estómago y en la vagina era como tener una bomba de tiempo, si un sólo óvulo se abría, significaba su muerte.

    Guillermo Brenes, jefe de la sección de Toxicología del Complejo de Medicatura Forense, explicó que la droga se absorbe con mayor facilidad si está dentro del cuerpo.

    “Solo una intervención quirúrgica de emergencia podría salvar a un individuo de una intoxicación tan fuerte”, precisó.

    Allan Solano, director de la PCD, comentó que Europa y Estados Unidos son los principales mercados para la cocaína y la heroína. Las grandes sumas de dinero que se pagan son el principal atractivo para los “burros”. Aunque no cuenta con datos, Solano dice que ha habido un aumento en el número de personas que trafican de esta manera.

    La PCD, destacada en el aeropuerto, revisa las listas y características de los pasajeros para así descartar y ubicar posibles sospechosos.

    En otros casos los “burros” son “cantados” por las mismas organizaciones para distraer a la policía y pasar droga por otros lados. Las investigaciones de las autoridades apuntan a la existencia de bandas organizadas en Costa Rica, con contactos en Europa y Estados Unidos.

    El 21 de setiembre pasado una organización dedicada al tráfico internacional de estupefacientes fue desarticulada por la PCD, tras varias semanas de investigaciones.

    El grupo lo conformaban dos italianos, un nicaragüense, un colombiano y tres costarricenses. La banda se dedicaba al trasiego de cocaína entre Costa Rica e Italia.

    Reclutaban nicaragüenses y nacionales, principalmente en San José, para utilizarlos como “mulas” y enviar entregas de cocaína a Roma, Italia, donde su valor es hasta tres veces mayor que en Estados Unidos.

    La droga iba oculta en valijas de doble fondo pero también los “burros” ingerían óvulos.

    Las capturas de estos sujetos se dieron en El Coyol de Alajuela y en Lagunilla de Heredia. Eran liderados por dos hermanos italianos de apellido Maddaloni, de 37 y 46 años.

    El juicio abreviado es el camino legal escogido por la mayoría de los extranjeros atrapados en Costa Rica.

    Gwyneth Tandela se sometió a esta figura legal y hoy descuenta cinco años y cuatro meses en el centro penitenciario El Buen Pastor.

     


    Atrapados con la droga

    18 de agosto.Dos mujeres costarricenses, de apellidos Cordero y Muñoz, fueron detenidas en el aeropuerto Juan Santamaría cuando intentaban salir del país con 129 óvulos de cocaína en sus cuerpos.

    2 de agosto. La Policía de Control de Drogas (PCD) detuvo a un alemán de apellido Mundkemoller, de 39 años, cuando intentaba sacar del país 2,8 kilos de cocaína. La droga iba en estuches de discos compactos, portacosméticos y botellas de perfume.

    21 de mayo. Una rumana, de apellido Barbintha, fue detenida en el aeropuerto Juan Santamaría por agentes de la PCD cuando intentaba salir del país con 3 kilos de cocaína en el estómago y adheridos a las piernas.

    29 de abril. Un británico de apellido Doré fue detenido en el Santamaría con un kilo de cocaína oculto en sus zapatos. El extranjero, de 29 años, pretendía viajar a Manchester, Inglaterra.

     


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    Sola y callada
    Gwyneth Tandela Hoscari está en el Buen Pastor. No permitió que se le hicieran fotografías.
    Archivo/Al Día

    “Quería dinero fácil”

    Gwyneth Tandela Hoscari

    Erick CARVAJAL

    La inglesa Gwyneth Tandela Hoscari, de 30 años, fue detenida el 29 de abril de este año en el aeropuerto Juan Santamaría con 668 gramos de cocaína. Los tenía, en forma de óvulos, distribuidos en el estómago y la vagina.

    Ella debía expulsar los óvulos en dos días. De no hacerlo en ese lapso se exponía a la muerte.

    En Londres, donde vivía, quedaron sus dos hijos, su esposo y una vida que difícilmente será la misma.

    “Quería dinero fácil, y esa era una de las formas para conseguirlo”, dijo en una entrevista concedida a principios de setiembre en el centro penitenciario El Buen Pastor, donde descuenta una pena de 5 años y cuatro meses por tráfico internacional de drogas.

    La reclusa no aceptó que se le tomaran fotografías.

    –¿Cuánto ganaría por este trabajo?

    –No voy a decir cuánto me iban a pagar. Pero en las calles de Londres, por medio kilo de cocaína te pagan $25 mil (¢11,2 millones).

    – ¿Ingirió los óvulos en Costa Rica?

    – No voy a responder esa pregunta...

    -¿Temió que algún óvulo se rompiera dentro de su cuerpo?

    – No. Revisé todos los óvulos antes de ingerirlos.

    – ¿Era la primera vez que lo hacía?

    – No voy a responder esa pregunta.

    – ¿Cómo se inició en el mundo de las drogas?

    – Tengo muchos amigos delincuentes y drogadictos. Vivía con uno de los mayores distribuidores de Londres.

    – ¿Cuál era su trabajo en Londres?

    – Artista. Estuve en un Instituto de Arte y me dedicaba a vender cuadros y a la danza.

    – ¿Cómo es su relación con las otras internas?

    – No tengo muchas amigas. Soy callada, no me meto con nadie.

    – ¿Qué hace en su tiempo libre?

    – Leo libros de terror y criminales.

    – ¿Qué pensaba hacer con el dinero que le pagarían por la droga?

    – Lo iba a gastar con mis dos hijos y mi esposo.

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