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Daños El techo se está cayendo, reclaman los inquilinos del Mercado Municipal de Limón. Einer ANGULO/Al Día
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Deterioro en mercado de Limón
Riesgo de incendio por problema de cableado Einer ANGULO, colaborador redaccion@aldia.co.cr
Limón - Los inquilinos del Mercado Municipal de Limón ya no saben qué hacer con el deterioro y el mal olor que presenta toda la estructura.
El mercado, fundado en 1941, sufre en este momento un severo daño en diversos sectores: con paredes totalmente sucias, el techo se está cayendo y todo el cableado eléctrico está deteriorado.
Una de las dificultades es que los cables eléctricos no están entubados, por lo que existe peligro de un incendio por un corto circuito.
“Cada vez que llueve todo se inunda, porque el agua se filtra por las paredes y el cielo raso”, se quejó Elizabeth Álvarez, quien tiene mas de 20 años de trabajar en el mercado en una soda.
“Es un asco caminar por el mercado cuando llueve, ya que las aguas negras se salen por todo el piso de los pasillos del mercado”, agregó.
Álvarez añadió que “tenemos que ser puntuales con los pagos de la Municipalidad, porque de lo contrario nos cierran el local, mientras ellos nunca se preocupan por el estado del edificio”.
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Peligros El cableado eléctrico del Mercado Municipal de Limón está expuesto, lo que hace temer que ocurra un cortocircuito. Einer ANGULO/Al Día
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La comerciante señaló que “tampoco nos prestan una buena seguridad. El guarda que hay en el mercado muchas veces no porta ni siquiera una vara policial, casi siempre roban en los locales de día y de noche, ya no sabemos que hacer”.
Por su parte, Adán Sosa, miembro de la Directiva y Asociacion de Inquilinos del Mercado Municipal, se mostró preocupado por el deterioro que presenta el edificio.
“Es una edificacion muy antigua y que no tiene el debido mantenimiento. Los mayores problemas son las goteras, las aguas negras que se rebalsan, los pisos, la vigilancia diurna y nocturna, la pintura, el desaseo en los jardines, el cableado eléctrico y otros”, comentó.
Sosa subrayó que hace unos cuatro años, con recursos donados por el Ministerio de Cultura, se pudo reparar el techo y se pintaron las paredes.
“Hemos conversado con algunos regidores para ver si ellos toman cartas en el asunto y le cambian la cara a este edificio. Sin embargo no nos dan ninguna respuesta favorable”, recalcó.
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