|
Dolor Una mujer no identificada lloraba ayer frente al sitio donde poco antes se produjo el mortal atentado, en Bagdad. AP/Al Día
|
Barbarie suicida sacudió ayer a Iraq
Al menos 116 muertos en atentado
Hila, Iraq/AP. Un atacante suicida hizo estallar ayer un automóvil cargado de explosivos ante docenas de reclutas de la policía y de la Guardia Nacional que se habían congregado frente a una clínica al sur de Bagdad, matando al menos a 115 personas e hiriendo a 132. Fue el ataque más letal ocurrido en Iraq desde la caída de Sadam Husein.
El teniente general Osman Ali, comandante de la Guardia Nacional de Iraq en Hila, dijo que había 115 muertos y 132 heridos. Un funcionario de salud pública en la provincia de Babil advirtió que la cifra de muertos podría aumentar.
"Podría haber más mártires, debido a que hay un cierto número de partes de cuerpos que deben ser contadas", afirmó Mahmoud Abdul Reda en el hospital general de Hila.
Decenas de cadáveres pudieron ser vistos en el suelo luego de la explosión. Cerca de una docena de ambulancias llegaron al lugar, llevándose a los heridos a los hospitales locales. Numerosas piernas, manos y restos humanos en general quedaron esparcidos en la calle, cerca del sitio de la explosión.
La detonación dañó los negocios cercanos y los vehículos estacionados en la zona, causando la huida de la gente, presa del pánico.
La policía de la provincia de Babil precisó en un comunicado que varias personas habían sido detenidas en vinculación con el atentado. No ofreció otros detalles.
En otro ataque, en Musayib, a 30 kilómetros al norte de Hila, otro vehículo bomba estalló en un retén policial y dejó al menos un policía muerto y varios heridos, dijo la policía.
El ataque en Hila fue el más letal desde que el presidente George W. Bush declaró en mayo del 2003 que habían cesado los principales combates en Iraq. Casi 1.500 soldados estadounidenses han muerto desde el inicio de la guerra, en marzo del 2003.
El segundo ataque más mortífero ocurrió el 29 de agosto del 2003, cuando un automóvil cargado de explosivos estalló frente a una mezquita en Nayaf. En esa ocasión murieron 85 personas, entre ellas el líder chiíta ayatola Mohamed Baquir al-Hakim.
La explosión de ayer fue tan poderosa, que prácticamente hizo evaporar el vehículo usado por el atacante suicida. Sólo podía observarse su motor, parcialmente intacto.
Furiosas multitudes se congregaron a las puertas de la clínica gritando "Dios es grande" y exigiendo conocer la suerte corrida por sus familiares.
|