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Perspectivas
"Estamos vivos" Edgar Fonseca
Escuchado ayer en San José: fue más gente al Mateo Flores en Guatemala a ver el triunfazo de los chicos de Pinto que al remedo de distritales del PUSC...
Visto de otra manera, pareciera que lo que queda de dirigencia en las filas rojiazules no logra entender, o se niega a comprender, el impacto de los graves escándalos de corrupción que hoy tienen tras las rejas a quienes fueran sus máximos líderes, a otros los tiene con casa por cárcel y a muchos los tiene con sus caras maquilladas... como el dueño de una importadora que pide que le tengamos fe. ¡Ja!
Declaraciones evasivas, esquivas, en cuanto a una condena abierta a lo destapado, a los involucrados; declaraciones ciegas, cuando no miopes, sumisas, serviles, entreguistas, han venido sucediéndose por parte de algunos de los que hoy tienen, con respirador artificial, a lo que queda de ese partido.
Hasta ahora, no ha habido desde esas filas un pronunciamiento firme, claro, esclarecedor, que le haga ver al país siquiera un acto de contrición, menos de vergüenza o pena, por todo lo denunciado, por todo lo descubierto, por toda la inmundicia desnudada en los últimos meses.
Es tal esa sumisión, que, parece, algunos andan empeñados en alfombrar el camino de retorno de algunos de sus exlíderes, una vez que, por procedimientos judiciales, salgan a las calles. "A sus órdenes, amo".
El tiro les salió por la culata cuando, imprudentemente, hace unos meses montaron toda una expectativa de festín de fin de año. El aire de los tamales y de los toros les hizo perder su sano juicio, y hasta mariachis anunciaron a la salida de La Reforma.
Al tronco de un PUSC decapitado se aferran gentes que se resisten a analizar fríamente los desafíos de la organización; son los parásitos de puestos burocráticos y hasta tienen el tupé de postularse sobre esas mortajas.
Así eligen hoy el liderazgo de fracción, así convocan, mañana, a unas distritales. No hay sorpresa.
Pero ¿no queda en el PUSC una última reserva de dirigentes más responsable, seria, visionaria, que logre enmendar este entuerto?
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