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Condolencias
A las 9:30 a.m de ayer, llegaban los primeros parientes y amigos de Cristian Leonardo Montero Guevara (foto inserta) a darles el pésame a sus padres y hermanos.
Manuel VEGA/Al Día
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Otro homicidio en Los Cuadros
Asesinado peón de construcción de tres balazos en la cabeza Rodolfo MARTÍN
rmartin@aldia.co.cr
Lo único perceptible para los vecinos más cercanos, antes de escuchar las tres detonaciones, fue una especie de discusión.
Al salir, después de dar un tiempo prudencial para no toparse con el o los asesinos y, con ello evitar futuras represalias, lo que se encontraron fue a un hombre tendido sobre una maltrecha calle con varios balazos en la cabeza.
Eran las 12:10 p.m. del domingo y un nuevo homicidio, el segundo en 24 horas, golpeaba a Los Cuadros de Goicoechea.
La nueva víctima respondía al nombre de Cristian Leonardo Montero Guevara, de 23 años, quien se ganaba la vida como peón de construcción.
El homicidio ocurrió a escasamente 300 metros en donde el domingo en la madrugada fue asesinado Omar Eduardo Barboza Méndez.
Inicialmente, la Fuerza Pública informó que, como principal sospechoso figuraba un hermano suyo llamado David, algo que al final, al parecer, descartó el OIJ. (Ver recuadro adjunto). La nueva víctimaMontero, aparentemente, fue interceptado por varias personas y, tras una breve discusión, recibió los tres disparos.
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Cristian Leonardo Montero Guevara
Manuel VEGA/Al Día
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El había pasado prácticamente todo el día en la casa de sus padres Elvia Gamboa García y Alexánder Navarro Araya.
Alrededor de las 2:00 p.m. salió a jugar un partido de fútbol con el equipo del barrio y a las 4:00 p.m. ya estaba de regreso en la casa para almorzar y luego ver el encuentro entre las selecciones de Costa Rica y Honduras, recordó su hermana Charlyn.
Luego, recibió una llamada telefónica, se lavó los dientes, se cambió de ropa y salió por unos minutos.
Posteriormente, volvió a la casa y recogió una bolsa con confites y se la llevó a su hijo Kelet Josué.
El menor, de 2 años, vive con su madre en una casa cercana.
Luego, regresó a la casa y conversó algunos minutos con Charlyn, quien tenía que darle un mensaje de una muchacha.
Cristian, en determinado momento, le dijo que la dejaba porque pensaba "ir a darme una vuelta al pueblo (Purral)", recordó consternada su hermana. Al salir de la casa, se encontró con un amigo y le hizo el mismo comentario. Eran las 7:00 p.m. y ya sus hermanos no lo volverían a ver con vida.
Las hermanas lo recuerdan como un muchacho "tranquilo, "trabajador" y con las ilusiones de toda persona joven.
El cuerpo era velado anoche en su casa, mientras que el funeral está programado para hoy en la mañana en la iglesia de Vázquez de Coronado.
"¡Viera cómo me siento!"
A las 10 a.m. de ayer estaba sentado en la sala de su casa con la mirada perdida y, el pensamiento, probablemente, en su hermano Omar Eduardo Barboza Méndez, de 48 años, quien en ese momento era sepultado.
El fue el primero de los dos hombres asesinados durante el pasado fin de semana en Los Cuadros de Goicoechea, en una área de unos 300 metros.
La otra víctima respondía al nombre de Cristian Leonardo Montero Guevara, asesinado anteayer en la madrugada.
David no estaba en el funeral de su hermano porque la Fuerza Pública había hecho trascender, el domingo, que él permanecía detenido como el principal sospechoso del crimen.
La noticia llegó rápido a los medios de comunicación.
Al preguntarle ayer sobre su ausencia al funeral aclaró que había preferido no ir porque, pese a que aclaró lo sucedido con sus hermanos, él sentía que algunas personas continuaban viéndolo como sospechoso.
"Incluso, cuando me topé con mi mamá lo primero que me preguntó fue por qué se lo había arrebatado".
Ayer recordó que su hermano, quien deja tres hijas, había llegado el sábado por la tarde a su casa en Los Cuadros.
"Le pagué un dinero por un trabajo que habíamos hecho juntos y que se quedó conmigo. Nos tomamos unos tragos y conversamos por largo rato", expresó David.
Sin embargo, alrededor de las 9:00 p.m. decidieron salir a una licorera cercana a comprar un último trago.
David recuerda que en el camino se toparon con un hombre con quien él, en el pasado, había sostenido una pelea en la cual salió victorioso.
El hombre los interceptó y les hizo varios disparos a los pies.
Omar, quien era maestro de obras, perdió el control y salió hacia una casa a comprar un revólver para desquitarse.
David, aparentemente, logró tranquilizarlo por lo que decidieronvolver a la casa. Sin embargo, en el camino, se encontraron con un grupo de tres muchachas y dos muchachos.
Omar, supuestamente, les preguntó que si le vendían un arma y una de las muchachas le respondió afirmativamente y que el precio era de ¢25 mil.
La víctima, al parecer, respondió algo que encolerizó a la mujer. Ella tomó una botella de cerveza y se la quebró en la cabeza y, casi simultáneamente, lo apuñalaron en el abdomen.
Al mismo tiempo, los otroshombres le entraron a golpes a David, a quien dejaron seminconsciente mientras su hermano fallecía.
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