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La Comisión Nacional de Emergencia recomendó mejorar las rutas hacia San Antonio de Zapotal, y pidió vigilar constantemente las laderas de la montaña, que tiene pendientes mayores de 45 grados.
Carlos SALAZAR/Al Día
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Listo informe de derrumbe Carlos SALAZAR, corresponsal
redaccion@aldia.co.cr
San Ramón.- Un pedazo de montaña que se deslizó en enero, en el distrito de Zapotal de San Ramón, que afectó un camino y bosques, fue de 63 mil metros cúbicos de materiales, aseguró un informe de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), entregado ayer.
La parte afectada, a unos 26 kilómetros al oeste de San Ramón, está ubicada en la montaña, que tiene una pendiente mayor a los 70 grados, según la información de la geóloga de la CNE, Joanna Méndez.
El derrumbe dejó incomunicados a unos 600 vecinos de San Antonio de Zapotal, quienes para trasladarse a San Ramón debieron utilizar como ruta alterna el camino hacia Piedades Sur, lo que les causó grandes atrasos para sacar sus productos al mercado como vegetales, tubérculos y lácteos.
Méndez dio cuenta de que hace 54 años se registró un evento similar, mientras que un vecino relató que hace 25 sucedió otro. Añadió que es una zona caracterizada por estar constituida por rocas volcánicas hidrotermalizadas, así como por sus pendientes superiores a los 45 grados.
Declaró que sumado a esos factores, se tiene que las zonas altas que rodean al poblado de San Antonio de Zapotal, poseen una elevada humedad ya que los vientos que ingresan por el Atlántico hacia el continente descargan gran cantidad en esta área.
Precisó que debido a ese fenómeno es frecuente observar nublada la zona montañosa, durante la incursión de frentes fríos que ingresan al país, así como durante la época lluviosa del Pacífico.
Méndez también explicó que desde hace un año, en el lugar donde ocurrió el deslizamiento, se pudo observar el inicio de la zona inestable que finalmente causó el desplome súbito de 63 mil metros cúbicos de material.
"Las características geológicas, geomorfológicas y climáticas hacen que la zona posea naturalmente un alto potencial al desarrollo de deslizamientos, desplomes y flujos de lodo. Tal es el caso de este deslizamiento, el cual fue disparado por un frente frío", explicó Méndez.
Advirtió que el derrumbe amplió el cauce de la quebrada Victoria, destruyó potreros y existen deslizamientos rápidos en los sectores montañosos, "donde el movimiento es tal que la caída de todo el material puede darse en pocos minutos o segundos".
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