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PRIMERA VEZ
El diputado Carlos Avendaño no encontró una mejor manera de protestar que subiéndose al Monumento Nacional, algo nunca antes visto.
Alexánder OTÁROLA/Al Día
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Diputado Avendaño ofende Monumento Carlos LÁSCAREZ
clascarez@aldia.co.cr
Colaboró Pablo GUERÉN
En medio de cánticos como "Ríos de agua viva, ríos de agua viva" entonados por un reducido grupo de seguidoras, un diputado, el pastor evangélico Carlos Avendaño, no encontró otra manera de protestar ayer que encaramándose por horas en el Monumento Nacional, homenaje a los héroes de la guerra de 1856.
La protesta, que se originó a las 4 p.m., y, dijo, fue motivada por el cierre de 15 iglesias evangélicas, obligó a las autoridades a movilizar tres ambulancias, dos unidades de rescate, ocho unidades de la Fuerza Pública y la plataforma "snorkell" (escalera móvil gigantesca con plataforma) de los bomberos. A ello se debe sumar unos 30 efectivos de la Cruz Roja, 15 de la Fuerza Pública y una decena de bomberos. En dos ocasiones la snorkell fue utilizada para llevarle agua, café y sus medicamentos a Avendaño. Solo faltó la cena.
El legislador subió al Monumento Nacional, en el parque del mismo nombre, gracias a una escalera proporcionada por sus asesores. Llevaba consigo su celular y un cartel que decía: "No más cierre de Iglesias". Vestido con su traje entero oscuro y corbata roja, el diputado se acomodó en el Monumento.
Quienes pasaron por el lugar, entre asombro y enojo, hacían una parada obligatoria ante el espectáculo. De todo se oía: "Hay más gente en la calle que necesitan la atención no usted", "Sinvergüenza".
A las 9:21 p.m., la snorkell subió por Avendaño, luego de que se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Salud, la Defensoría de los Habitantes y la Alianza de Iglesias Evangélicas.
El diputado bajó saludando y pidió "comprensión" y reconoció que "los músculos están resentidos". Ahora Avendaño tendrá 10 días para reposar, pues ayer comenzaron las vacaciones de los diputados.
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