Sábado 19 de marzo, 2005. San José, Costa Rica.


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Autocrítica
Barrantes: "Hay una ley de la inercia y también la tenemos en la Iglesia. Generar un cambio no es fácil. Yo comparo como coger ahora una de esas locomotoras parqueadas y tratar de moverla. Le va a traquear todo, porque hace mucho tiempo está ahí. A la Iglesia también le cuesta generar cambios".
José RIVERA/Al Día

El Pastor eleva su tono

Monseñor Barrantes duro contra corrupción y diputados

Pablo GUERÉN C.

Sus ojos se cierran por instantes y sus manos se aferran a un viejo sillón de cuero rojo. En esos segundos, su voz ronca replica con más fuerza en la silenciosa y blanca oficina, oasis en el pleno centro del agitado y ruidoso San José, en que nos atiende.

Al Arzobispo Monseñor Hugo Barrantes no le tiembla ni el pulso ni la voz para arremeter, aunque religiosamente respetuoso, contra la corrupción, la labor de los diputados y el multipartidismo. Lo noto desilusionado del plan contra la pobreza del gobierno y exige mayor análisis del TLC.

Y no duda en advertir que sea la justicia la que diga la última palabra en los escándalos que han sacudido a la Iglesia. su Iglesia. A continuación un extracto de la conversación que sostuvimos con él :

- El último año creció la pobreza y la inflación, ¿Está decepcionado de este Gobierno?

- Este gobierno, al igual que los anteriores, ha hecho inversión social, pero no ha habido la ejecución de un plan eficaz.

Además:

  • El cumpleaños y los escándalos
  • TLC
  • - ¿Y una Asamblea Legislativa paralizada?

    - Llegó la hora de que ahí dejen de moverse cosas como luchas de poder, intereses sectoriales, actitudes electoralistas pensando en el próximo Gobierno. Ahí a ratos uno ve poco amor a Costa Rica y mucho amor a los grupos partidistas.

    - ¿Falló el multipartidismo? ¿Es mejor volver al bipartidismo?

    - Casi le digo que sí. Creí en el multipartidismo, creí que entonces se iban a acabar las argollas y los intereses, y lo que resultó es que las argollas resultaron, aunque más pequeñas, más numerosas.

    - Se nos viene la campaña y más de la mitad de la población dice que no votará.

    - Me opongo al abstencionismo y llamo a votar. Es más, le diría a los jóvenes ¡métanse en la política activa! Pareciera que ahora decir político es hablar de corrupción. ¡No! Yo más bien invitaría a que en vez de esa apatía, se genere una generación de mentes que vaya a la alta política, a buscar el bien común, a servir y no a servirse.

    - ¿Qué nos pasó el año pasado?

    - Fue un terremoto. Pero estoy seguro que de los males podemos sacar bienes. Fue la gran oportunidad para descubrir que el niño no está tan sano, sino que parece sano. Pero en segundo lugar, sirvió para demostrar la valentía del Poder Judicial y la Fiscalía. Un mal y un bien. Se oscureció la confianza en los gobernantes, pero apareció el Poder Judicial independiente y el país que castiga la corrupción.

    - ¿Qué siente hacia los expresidentes en la cárcel?

    - Respeto. Fueron expresidentes. Están siendo acusados de acciones que nos preocupan, porque al fin y al cabo un expresidente es una persona en que el país confió. Prefiero confiar en los tribunales.

    - ¿Y la labor de la prensa?

    - La alabo en la valentía que han tenido para denunciar. Nada más me preocupa el tema de la intimidad de las personas que es un derecho y no se puede invadir cuando lo exija el bien común.

    El cumpleaños y los escándalos

    - El pasado sábado el sacerdote Gerardo Badilla, de una iglesia en Santa Ana, participó en una actividad en honor al expresidente Rafael Ángel Calderón, en las cercanías de La Reforma. ¿Son convenientes estas actitudes o la Iglesia debe mantenerse más cauta?

    - No hubo misa. Fue una celebración de la palabra. Creo que hubo la proclamación de las Santas escrituras. Pero los sacerdotes no fueron en nombre de la Iglesia, fueron como persona particulares. Creo que en la cultura política nuestra , no es lo más conveniente que nos vean en esos momentos. No creo que hayan hecho mal en orar por un expresidente. Pero tal vez, si eso se repite, entonces sí creo que habría que decirles que lo mejor es que no lo hagan, porque se tomará como una presencia partidista y eso no lo veo bien.

    - ¿Esta será una Semana Santa especial para la Iglesia? Se lo pregunto porque hay un sacerdote enfrentando un juicio (Enrique Delgado), otro preso (Mínor Calvo) y uno más en fuga (Enrique Vásquez), acusados de hechos muy serios.

    - No confundamos una institución con algunos miembros de esa institución. Ellos no son la jerarquía, son parte de ella. Sí, ellos son sospechosos de actos que preocupan mucho. Y debemos reconocer que eso ha impactado. Las encuestas lo dicen, Demoscopía (Al Día) lo dijo el otro día. Pero soy claro en que esos acontecimientos no tocan lo que es el dogma, la verdad misma de la Iglesia. Siempre ha habido Judas y siempre los habrá.

    - ¿La Iglesia salió a defender a estas personas?

    - Nosotros esperamos los procesos judiciales.

    - Sin embargo, monseñor Román Arrieta dejó una carta en la que parece dudar de alguna responsabilidad del padre Mínor en el crimen de Parmenio Medina, ¿usted comparte el contenido de esa misiva?

    - Yo leí la carta. En primer lugar recordemos que habló un obispo emérito, ya no es pastor, y habló desde la conciencia. Y da unos razonamientos muy lógicos: un sacerdote que ha estado en el seminario, que le hemos enseñado la doctrina, el respeto a la vida, dice él (Arrieta), no me cabe que pueda ser autor del crimen. Me parece que es una carta de recomendación, en ningún momento dice tengo en mi poder las pruebas, y creo que es noble de Monseñor este gesto. Pero para mí, siendo Pastor, podría sonar a presión a la justica si yo me pronunciara al respecto.

    TLC

    - Hay tres países del istmo (El Salvador, Guatemala, Honduras) que ya aprobaron el TLC y nosotros parecemos dramáticamente rezagados, ¿Le preocupa eso?

    - Vemos esto como normal, en el sentido que hemos dicho que estos países ya nada tenían que perder. Costa Rica es un país que ha avanzado más en las conquistas sociales, entonces sí tenemos mucho que perder sino sabemos negociar. Por eso decimos que sean muy responsables con la discusión del TLC en la Asamblea Legislativa. Pero lo más importante aquí es que, haya o no TLC, urge tomar ya una serie de medidas correctivas, una agenda complementaria que permita superar asimetrías.

    Aquí hay clases cada vez más pobres y una concentración de riqueza que nos preocupa. ¿O será que estamos produciendo ricos más que una riqueza que se puede distribuir?

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