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dolor por hija
Arnoldo Fuentes, padre de Maricela Fuentes (en la foto), de 23 años, quien murió a causa de un rayo en Quepos, aseguró ayer, a las 5 p.m., que a dos días de la muerte de su hija, aún espera verla entrar por la puerta de su casa.
Reproducción José RIVERA/Al Día
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30 familias están de luto
Víctimas mortales en Semana Santa Erick CARVAJAL MORA
ecarvajal@aldia.co.cr
Un día después de la Semana Santa, en Siquirres Socorro Alemán no puede borrar de su mente a Tony. Su nieto, de 9 años, es una de las 30 víctimas que reportó la Cruz Roja como fallecido en los días santos.
Lejos de ser una estadística fría, en todo el país hay 30 familias que sufren en carne propia lo que es perder a un ser querido.
Tony viajaba en un taxi que se salió de la vía y el menor fue arrojado por una de las ventanas. Su muerte fue instantánea.
El domingo fue sepultado en Guápiles y con su entierro se inició el calvario de una abuela que no olvida.
"En la iglesia, escribió en un papel lo que más deseaba ser : ser baterista de Dios, tocar para él, ser un buen cristiano", comentó Alemán. Sitio de muerteEl principal escenario de la muerte en esta Semana Santa fueron las carreteras nacionales: 6 personas murieron atropelladas, 2 más en una colisión y otra por vuelco.
Alemán bloquea su mente y quiere pensar que nada ha pasado. "En este caso nadie tuvo culpa, sino que Tony se golpeó la cabeza, pero otras familias lloran por la imprudencia de otros conductores", comentó la abuela.
El dolor también se vivió en las playas. Franklin Gamboa, de 15 años, fue el primero en morir ahogado. El joven desapareció el domingo 20 de marzo en playa Palo Seco, Parrita.
Una fuerte ola lo arrastró a él y a dos amigos más. Ellos pudieron salir, Franklin no soportó el golpe del mar.
Yuliana Gamboa, su hermana, explicó ayer, a las 3 p.m., que la familia no supera su muerte.
Franklin no sabía nadar, pero conocía la playa. Había estado en ese lugar con su familia en muchas ocasiones.
"Deseaba hacer, detrás de la casa, un cuarto para él. Estaba en sexto año y quería seguir estudiando. Era un joven normal, con días buenos y malos", comentó.
Como Franklin, cinco personas más sucumbieron en ríos y playas.
En esa pequeña casa, en Libertad 1 de Pavas, todavía se respira dolor. "Hace mucha falta, mucha", señaló la hermana.
Al otro extremo de San José, Arnoldo Fuentes, en Los Cuadros de Goicoechea, también se imagina que su hija, Maricela Fuentes, entra a la casa para acompañarlo.
Ella murió cuando una descarga eléctrica de un rayo le quitó la vida en Quepos.
A dos días de su entierro, Fuentes no puede asimilar la pérdida. Ella era su compañera, lo acompañaba a todo, le llevaba comida, se preocupaba por él.
"La Semana Santa la pasábamos en Guanacaste, pero ahora, por falta de dinero, no pude llevarla", manifestó el padre.
Maricela Fuentes tenía un niño de 4 años, soñaba con su casa propia, la cual iba a obtener en diciembre.
"Le dije que no fuera a Quepos, pero fue inútil, se fue y no se despidió de mi", dijo Fuentes, ayer a las 5 p.m.
Como consuelo, la Cruz Roja, aseguró en un comunicado de prensa que durante el operativo de Semana Santa le salvó la vida a 20 personas que estuvieron a punto de ahogarse, a 12 más en accidentes de tránsito y rescató a 7 personas en la montaña, en la que estaban perdidas.
La Semana Mayor del 2005 es una de las menos trágicas, pero, ¿quién borra el dolor de las 30 familias que perdieron a sus seres queridos?
Víctima de la naturaleza
Maricela Fuentes fue la segunda víctima de la naturaleza en Semana Santa. Murió por la descarga eléctrica de un rayo en Quepos.
El fenómeno atmosférico también le quitó la vida a Marcelino Vega Arroyo, de 57 años, en Puerto Caldera, el 23 de marzo.
Fuentes, hija de Arnoldo Fuentes, trabajador del Ministerio de Educación Pública, pasaba pendiente de su padre noche y día.
Los funerales, que se oficiaron el sábado pasado, todavía extremecen la casa de Arnoldo, en Los Cuadros de Goicoechea.
"Cuando regresaba a mi casa, siempre como a las 7 p.m., ella me llamaba y me preguntaba si ya había comido. Siempre estaba preocupada por mi, era una persona muy especial", recordó ayer Fuentes, a las 5 p.m.
La relación entre los dos era muy estrecha, muy cercana.
Fuentes aseguró que todos los años se iban para Guanacaste, pero este año no pudo por razones económicas.
Ella optó por irse a Quepos con una amiga. "En un principio no consiguieron tiquetes, pero la 'pulsearon' y compraron dos para las 4 a.m. del jueves, siempre le dije que no fuera".
Todavía, en la puerta de la Medicatura Forense, el viernes pasado, Fuentes se negaba a creer que era su hija. "Cuando vi sus pies no tuve duda. El dolor llenó mi corazón. Las cosas nunca serán igual", dijo.
Aguas peligrosas
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Pavas asombrado
Franklin Gamboa, de 15 años, vecino de la Libertad 1 de Pavas, fue la primera persona en morir ahogada en Semana Santa. Falleció en playa Palo Seco en Parrita. Su familia todavía no se recupera de la pérdida y aseguraron ayer, a las 3 p.m., que Franklin dejó un gran vacío en sus vidas. El menor no sabía nadar y fue arrastrado por una ola junto a dos amigos más.
Archivo/Al Día
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Tristeza en Siquirres
Maxwell Maxwell Espinoza Espinoza, de 11 años, murió en las aguas del río Pacuare, el sábado pasado. El menor cursaba el quinto grado en la Escuela de El Carmen de Siquirres. Uno de sus mayores sueños era llegar a jugar algún día con el Deportivo Saprissa. El Pacuare es considerado como uno de los ríos más peligrosos de la Zona Atlántica.
Archivo/Al Día
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