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Sin ser genial, la película entretiene a los espectadores.
Tomada del sitio web oficial/Al Día
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Cada segundo cuenta
Denzel Washington llega a la pantalla como un agente de policía Erick FALLAS para Al Día
Matt es jefe de policía en un pequeño distrito en las afueras de Miami.
Parece tenerlo todo bajo control y llevar su vida tranquila... hasta que llegan los problemas.
Resulta que recién se ha divorciado y mantiene un romance con Ann, a quien su marido golpea. De repente, a ella le diagnostican cáncer terminal. La única salida parece ser utilizar dinero obtenido de un caso de drogas y que Matt tiene bajo custodia.
En menos de lo que canta un gallo, el protagonista se encontrará atrapado en una telaraña.
Lo bueno
La película, con una narración fluida y sencilla, nos atrapa con facilidad. La historia está armada de manera que descubramos todo junto con el protagonista. La teoría de la arena movediza (cuanto más te mueves más te hundes) calza a la perfección en esta cinta.
Los giros sorprenden y a cada instante creeremos que estamos en callejones sin salida.
La actuación de Denzel Washington es fundamental para que la cinta resulte. Su experiencia y excelente presencia escénica son básicas. Sería bastante difícil "morder el anzuelo" tan fácil como lo hacemos con Denzel.
Carl Franklin ya había dirigido a Washington en otro estupendo filme - "El diablo vestido de azul"- que como "Tiempo límite" poseía un guión bien armado.
Es necesario destacar la banda sonora, la fotografía, el montaje y las actuaciones secundarias, discretas pero certeras.
"Tiempo límite" no pretende ser una gran película, pero cuando uno termina de verla sale satisfecho por haber visto cine bien hecho.
Lo malo
El desenlace es quizás el enemigo más grande de este filme: con tanta sorpresa se nos vuelve un tanto simplón y hasta dulcete. Pero bueno, tampoco se le puede exigir mucho.
Lo feo
Con el acaparador estreno de "La venganza de los Sith", esta película podría pasar inadvertida, pero no la pierda de vista.
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