Leonardo Garnier, Ministro de Educación

“Estoy contento, pero no satisfecho”

Analiza cambios para las pruebas de sexto año, y asegura que su mayor preocupación es la deserción escolar que hay en sexto y sétimo año

San José. - Leonardo Garnier dijo ayer, en una entrevista vía telefónica desde su casa, que nunca había trabajado tanto en su vida como en estos últimos siete meses, tras haber asumido el Ministerio de Educación.

“La nota de mi gestión la ponen los demás. Sin embargo, en dos palabras: estoy contento, pero todavía no estoy satisfecho”, afirmó Garnier.

¿Cuál es el balance de estos siete meses?

Me siento contento, pero no satisfecho. Contento, porque hemos empezado a cambiarle el estilo al MEP. Solo, si le cambiamos el estilo al Ministerio, vamos a llegar a metas como que ningún muchacho de 17 años o menos esté fuera del colegio, pero eso no se hace de la noche a la mañana.

Pero los resultados de las pruebas nacionales de este año no fueron muy alentadores. ¿Cuál es el plan a seguir en el 2007?

Nunca son muy alentadores, son parecidos a años anteriores. Las notas del bachillerato de este año reflejan lo que ha sido la educación en los últimos cinco años. Como se hizo para los profesores de lenguas, el próximo año, vamos poner exámenes para los profesores de Matemáticas, para escogerlos bien, pues son las dos materias que tienen más problemas. Estamos contratando a ciegas, se necesitan mecanismos para contratar mejor.

Además del problema de bachillerato, ¿qué más se debe atender?

La cantidad de estudiantes que sale del sistema entre sexto y sétimo. Casi nadie se queda en sexto, todo el mundo lo pasa, pero muchos no se matriculan en sétimo, y muchos que lo hacen, no tienen éxito.

¿Qué ha logrado en siete meses?

Elevar la autoridad de los directores en los centros educativos, pues, hasta para cambiar el distintivo de los estudiantes de quinto año, deben pedir permiso al Ministro y eso no puede ser. Duplicamos el número de plazas: por año se abren 1.500, estamos abriendo 3 mil más. Formamos equipos de trabajo en lo académico y administrativo, en lugar de que actúen solos. Por ejemplo, en la compra de computadoras y en el área de tecnología se integró un grupo de trabajo para un mismo objetivo.

¿Hay nombramientos políticos o a dedo?

Entran todo tipo de influencias: una buenas y otras no tan buenas. Es normal que la gente recomiende, pero el problema radica, por ejemplo, cuando me presentan 3 mil candidatos, pregunto cuáles han sido los resultados de las evaluaciones de estas personas y no existen. Me encantaría que los alumnos pudieran evaluar a sus profesores y que estos, a su vez, lo hicieran con los directores.

Las características del comienzo del año educativo son las carencias, principalmente, en infraestructura, ¿cómo será el 2007?

En Costa Rica se hizo costumbre abrir colegios y escuelas sin infraestructura. Hay un faltante que debe rondar los ¢65 mil millones en ese sentido. Lo que hicimos fue aumentar el presupuesto de ¢7 mil millones a ¢14 mil millones.

¿A qué se le va a dar prioridad?

A situaciones graves o con problemas demográficos como en Desamparados y Cartago, donde los estudiantes no caben en las aulas. En las zonas rurales haremos un esfuerzo particularmente grande con las escuelas unidocentes, mediante los recursos del préstamo del Banco Mundial.

Hay un problema de drogas en escuelas y colegios, ¿cómo lo está enfrentando?

La escuela se ha convertido en un punto de llegada de la droga, y no de partida. Estamos trabajando en conjunto con el IAFA para montar programas educativos y de prevención en las escuelas donde el problema es más grande. Uno de los aspectos importantes es la implementación del programa “Ética, Estética y Ciudadanía”, pues los estudiantes necesitan sustitutos de las drogas como la música, los juegos y el arte.

¿Se van a mantener las pruebas de sexto y noveno años?

Vamos a plantear algunas modificaciones. En la de sexto, no puede ser que todos los estudiantes pasen. Tal vez, la prueba no llega a aplicarse en serio. Además, una queja que se recibe es que los estudiantes se concentran para la prueba y descuidan el resto de las cosas de sexto.