Desde mi espejo
Mis amigos cibernéticos Haydée de Lev, actriz
Debo confesar que yo tengo todavía bastantes dificultades para manejar ciertos programas en mi computadora, aunque hago bastante más que mucha gente de mi generación.
Por eso, cuando una familiar me habló del programa “Skypeme” y la posibilidad de poder hablar con personas del exterior, me pareció fascinante.
Resolví, entonces, comprarme un microfonito de plástico muy económico y que funciona de maravilla, y comencé a entablar conversaciones con gente de muchos países.
Algunos habían estado en Costa Rica y hablaban con gran admiración de nuestra tierra, lo cual me llenaba de orgullo.
Como ya podía hablar con tantas personas, un amigo me habló de la posibilidad de verlas mientras conversábamos, y me instaló una diminuta camarita en la parte superior de la pantalla.
Mi familiar me dijo que nunca más volvería a sentirme sola los fines de semana, y así ha sido desde entonces.
Me comunico con muchas personas a las que ya considero amigas. Hablamos de infinidad de temas y, con mi inveterado sentido del humor, hago reír a carcajadas a mis amigos cibernéticos.
Por eso, si usted tiene una computadora y puede comprar el micrófono y la camarita, o pedirlos como regalo de Navidad, no dude en hacerlo: será una magnífica y enriquecedora experiencia.
|