Juicio por secuestro de Fabio Garnier

Exconvicto anónimo alertó sobre cadáver

Una llamada telefónica anónima, efectuada desde la cárcel a la oficialía de guardia del OIJ, alertó a la policía acerca del lugar donde había sido enterrado Fabio Garnier Fernández, quien fue secuestrado el 16 de enero del 2002, cuando salía de su trabajo en el Paseo Colón.

Así trascendió ayer durante el juicio que se les sigue a tres individuos en los Tribunales de San José.

La llamada tuvo lugar el 16 de noviembre del 2004, nueve días antes de que el OIJ descubriera el cuerpo enterrado en una finca de Ciudad Colón.

En esa comunicación telefónica se informaba que el cadáver de Garnier estaba sepultado en una propiedad ubicada, carretera a la Universidad para La Paz, como a unos 100 ó 200 metros de un puentes, cerca de una gran piedra.

Y así ocurrió.

Quien llamó al OIJ, dijo conocer la información, ya que había estado preso al lado de un italiano que, presuntamente, le habría dicho dónde enterraron a Garnier, y también que lo dejaron con las esposas puestas, porque las llaves las habían olvidado en el carro de la víctima, tras el "levante", trascendió ayer.

Luego de suministrada esa información, la policía buscó en la zona y encontró el cuerpo.

Además, las autoridades hallaron dentro del carro las llaves de las esposas y los zapatos que calzaba la víctima.

Entre los tres sospechosos acusados figura, precisamente, un italiano de apellido Babonni, quien permanecía preso por una causa de narcotráfico.

Después de esa información telefónica fueron apresados dos individuos de apellidos González y Zeledón, de nacionalidades colombiana y costarricense, según el expediente.