Antenoche en un restaurante chino

A sillazos y botellazos frustraron asalto

Vigilante recibió 27 impactos de perdigón

Heredia - La tranquila cena de unos 10 clientes se vio interrumpida antenoche, pues tres asaltantes fuertemente armados ingresaron al restaurante Punto del Rey para robar el dinero de la caja registradora.

El hecho ocurrió a las 9:26 p.m. en el centro de Guararí, cuando los delincuentes encañonaron al propietario, de apellido Wingou, y amenazaron a los clientes, luego de haber bajado de un vehículo Hyundai negro.

Uno de los ladrones iba con pasamontañas, mientras que los otros dos tenían descubiertos sus rostros, afirmó el sargento Wálter Villegas, de la Fuerza Pública de Heredia.

Según dijeron varios testigos, los antisociales estaba armados con una escopeta de perdigones, calibre 12, un revólver, calibre 38, y una subametralladora.

Los delincuentes fueron sorprendidos por el vigilante del negocio, identificado como Rónald López Castillo, de 55 años y de nacionalidad nicaragüense, pues los enfrentó con una silla, informó la policía.

En respuesta, López fue impactado 27 veces en las piernas por varias ráfagas de perdigones.

En ese momento, uno de los clientes, de apellido Redondo, de 42 años, intentó detener a uno de los ladrones que se hallaba dentro de la cocina, pero fue baleado en un muslo.

Sin embargo, de un momento a otro, los enfurecidos clientes decidieron lanzarles botellas a los antisociales, lo cual les obligó a escapar del lugar con rumbo desconocido. Un testigo manifestó que los asaltantes no tuvieron opción de llevarse nada del establecimiento, pues se sorprendieron por esa reacción.

Otro de los clientes, que, por temor a represalias, solicitó el anonimato, afirmó ayer que todo ocurrió de manera muy rápida, y que los asaltantes no lo pensaron dos veces para disparar contra el guarda.

"Entraron directamente a donde estaba el dueño. De inmediato, algunos nos tiramos al suelo y otros gritaban. Después se escucharon como bombetas", afirmó aún asustado.

López y Redondo se recuperan satisfactoriamente en los hospitales San Vicente de Paúl y en el México, respectivamente.