Intercambio de parejas
Es emocionante, pero los riesgos son mayores que las ventajas
No es un tema novedoso en la historia del ser humano que las parejas busquen a otras personas para intercambiar experiencias sexuales. Históricamente hablando, esto acompaña al ser humano desde su existencia.
En Costa Rica la práctica de estas conductas es más reciente, sin embargo, en épocas anteriores costaba sólo un tiquete a Miami o México. O bien en el país se practicaba “de a callado”.
¿Tiene dudas?
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Que existan estas prácticas nos lleva a pensar en qué más está buscando sentir el ser humano en su sexualidad y es que en estos intercambios de pareja ambos miembros lo practican, así que el gusto por lo oculto o escondido ya no es la razón.
Podría ser una emoción la nueva piel pero ¿qué pasa con la afectividad y la intimidad y confianza? ¿dónde quedan?
Claro está que nuevas pieles y cuerpos son parte de la curiosidad, sin embargo, física y biológicamente hablando un orgasmo es un orgasmo.
Heridas graves
He tenido la posibilidad de atender personas en mi consultorio que llegan con dolores emocionales de importancia en la relación interpersonal con su pareja a raíz de estas prácticas. Es que al final de todo se hacen comentarios y se detallan las experiencias como parte del intercambio y aunque pueda ofrecer una “emoción” este conocimiento finalmente se ve afectados porque los términos fidelidad y rivalidad sucumben ante tal experiencia.
¿Y ahora qué? ¿Qué podemos hacer cuando la pareja ha vivido la sexualidad compartida con “amigos” ya conocidos o nuevos por conocer? ¡Qué difícil respuesta! porque mientras se está metido en el juego y la distracción aparece, cuando regresamos a casa surgen las inquietudes.
Hay quienes se pasan la vida en este submundo de intercambio de parejas sexuales, pero quedan con muchos daños emocionales, casi irreparables y un alto nivel de desconfianza y pérdida del respeto. Se inicia todo como un jueguito pero no termina tan inocente. Les sugiero que mucho antes de entrar a este juego valoren y revisen cómo se van a sentir después de hacerlo, esto es casi lo mismo que se les pide a los adolescentes antes de iniciar su vida sexual, a ellos se les invita a hacer este ejercicio: ¿cómo me voy a sentir después de…?
En el caso de intercambio de pareja el ejercicio es el mismo y es que independientemente de las tradiciones y de nuestra cultura. Estos juegos dejan secuelas a nivel emocional por más que esté de moda y la pareja sea amiga.
Siempre hablamos del respeto a la pareja y eso sería tomar en cuenta nuestra propia integridad emocional y física. Hay muchas definiciones pero todas atravesarán por buscar el bienestar del ser humano, en este caso la pareja.
Obviamente en estos juegos las posibilidades de contagio de enfermedades de transmisión sexual aumenta, aún cuando en el momento del orgasmo se utilice un preservativo, ya que el roce o la fricción de áreas erógenas puede favorecer la transmisión de enfermedades, así que el asunto se complica cada vez más.
¿Qué tal si nos preocupamos con curiosidad de satisfacer nuestros intereses sexuales con nuestra propia pareja e introducir elementos como gel, un aceite lubricante y acariciar toda la piel?
Con sólo sacarle provecho a nuestra piel y nuestra mente encontraremos nuevas respuestas para la sexualidad en pareja.
Ellos y ellas sueñan “sexy”
AFP.- Hombres y mujeres tienen la misma cantidad de sueños eróticos, aunque sus fantasías sexuales son bien diferentes, según un estudio difundido este jueves.
Mientras las mujeres tienden a fantasear con estrellas de cine, de rock, políticos, o amantes pasados o presentes, los hombres tienden a imaginarse a sí mismos haciendo el amor con múltiples parejas, en público o en lugares desconocidos, según Antonio Zadra, profesor de la Universidad de Montreal en Canadá.
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