La motocicleta tiene dos motores y menos de 150 piezas en total
Una propuesta para manejar, doblar y guardar
Un investigador del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT) creó una moto plegable con apoyo de la marca taiwanesa SYM
Una de las grandes virtudes de las motocicletas ha sido la posibilidad de moverse con comodidad. La máxima expresión de esta virtud, sin embargo, no ha llegado hasta ahora, cuando se ha presentado el Roboscooter, una pequeña moto eléctrica que se puede plegar para convertirse en un paquete portátil.
Este scooter, todavía planteado como un prototipo, será eléctrico, ecológico y, por supuesto, plegable. Aunque por el momento no es más que una propuesta desarrollada por el profesor William J. Mitchell, investigador del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), ya cuenta con el financiamiento de SYM (uno de los mayores fabricantes de motos de Taiwán), que está decidido a comercializarla.
Por consiguiente, la moto lleva detrás de sí un proyecto comercial que podría hacer que llegue a nuestras tiendas antes de lo imaginado. Y si no, que se lo pregunten a los investigadores del MIT, que lograron desarrollarla de manera completa en su primera versión, en tan solo ocho meses.
“En áreas urbanas muy densas, donde el parqueo es una gran complicación, el pequeño tamaño es una gran ventaja. Esta moto será posible de parquear en calles muy estrechas o callejones”, comentó Mitchell, su creador.
Entre los aspectos más destacados del Roboscooter, hay que señalar en primer lugar su motor totalmente eléctrico que lo convierte en un vehículo limpio, ecológico y silencioso. Este es un aspecto esencial, ya que los ingenieros más prominentes a nivel internacional señalan esta característica como parte primordial para los modelos futuristas e innovadores.
En segundo lugar, el vehículo cuenta con dos motores independientes colocados en cada una de las llantas.
Este hecho simplifica mucho su estructura y permite plegar el vehículo sin que ninguno de los elementos del propulsor se vea afectado. Y una vez plegado, el scooter ocupa la mitad de espacio que cuando está listo para circular.
Además, el Roboscooter se convierte en una especie de maleta cuando está plegado, ya que incorpora unas pequeñas rueditas que permiten arrastrarlo sin mayor dificultad hasta cualquier parte, como puede ser el ascensor de un edificio o la entrada de una casa. Por si todo ello fuera poco, debe llegar al mercado a un precio bastante bajo.
Aunque nadie ha concretado todavía un dato oficial, lo que sí han dicho sus inventores es que han limitado muchísimo el número de piezas para reducir costos. Así, si un scooter normal lleva incorporadas cerca de 1.000 piezas, el Roboscooter tiene suficiente con 150.
Según los planes iniciales, que se dieron a conocer en el pasado Salón de Milán, Italia, el equipo de investigadores pretende ahora desarrollar dos versiones del modelo. Uno sería el de la foto, mientras que se preparará otro más sencillo, sin capacidad contorsionista, pero también más barato.
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