Castro dejó atrás la calentura

Volvió, como el “hijo pródigo”

“Estoy feliz por haber vuelto a Alajuela”, confesó el lateral izquierdo rojinegro

Alguna vez afirmó que no volvería a jugar para la Liga, pero después aseguró que aquella frase fue “pura calentura”.

Carlos Castro Mora regresó a pisar el césped del Morera Soto, vestido de rojinegro, con su clásico número “11”, el cual utilizó en sus primeros años como erizo.

Fue un reencuentro entre dos viejos amigos, entre dos viejos amores. El del “hijo pródigo” que volvió a casa, a pesar que juró que jamás regresaría.

“Espero que este regreso sea muy positivo para mí. Aún no estoy bien físicamente, pero confío en que trabajando fuerte muy pronto tendré mi nivel”, aseguró con tranquilidad Castro.

Carlos volvió por la banda izquierda, una “parcela” que conoce de sobra, pues es allí donde se formó como jugador.

“Me siento muy contento por haber regresado a un grupo que ya conozco, la verdad estoy feliz por haber vuelto a Alajuela, que es como mi casa”.

Aunque jugó los 90 minutos, Castro lució muy poco en el compromiso. Le sobró esfuerzo y pundonor a la hora de pelear los balones en el terreno de juego, pero está muy lejos de ser el “Carlos Castro” que era todo un símbolo por la banda izquierda eriza.

Para Carlos es la segunda ocasión en que sale de la Liga y retoma sus pasos a “casa”.

Su primera incursión fue al fútbol ruso, después del Mundial de Corea y Japón 2002, y en los últimos meses a Noruega, donde actuó con regularidad.

No obstante, al final Castro Mora se ha vuelto a vestir con los colores rojinegros y como el “hijo pródigo” retorna a su hogar con el fin de hacer mejor las cosas. Aunque para Carlos, parece que volvió para no irse nunca más.