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 Nacionales Domingo 10 de febrero, 2008, San José, Costa Rica.
   

Ajuste de cuentas por drogas

En Paso Canoas se respira el temor

Familiares de dos de los ejecutados narran los últimos momentos que los vieron con vida / Aseguran que eran hombres de trabajo

Erick Carvajal M.

Coclé, Panamá. - A las 7:30 p.m. del martes 29 de enero, Ángel Luis Pinzón le hizo una llamada a su compañera sentimental, Marjorie Ortega, y sus últimas palabras fueron: “Te quiero y cuida mucho al bebé”.

No le gustaba que estuviera sola. Era una buena persona, un hombre que luchaba por la vida”

Marjorie Ortega, Compañera de Pinzón.

A la mañana siguiente, su cuerpo fue encontrado con cuatro panameños más en un tajo abandonado en Fila de Cal de Ciudad Neily. Un macabro hallazgo, cuya causa fue atribuida a un ajusticiamiento por drogas.

Doce días después del hecho, en Paso Canoas reina el miedo. El temor es tan grande entre la población que, el jueves pasado, la gente llamó a la policía para decirle que aparecieron otros cuatro muertos en el barrio San Jorge, pero al mismo tiempo otros llamaron y aseguraron que ajusticiaron a tres en la comunidad de San Martín. No era cierto.

Lo que sí es real es el dolor de las familias de las víctimas. Familiares de Víctor Navarro Otero, de 29 años, y de Ángel Luis Pinzón, de 40, conversaron con Al Día, en Panamá, y narraron los últimos momentos en que los vieron con vida.

Un día normal

Marjorie Ortega vio el cuerpo de su compañero, Ángel Luis Pinzón, por la televisión. Era él. No había duda. La misma ropa. Se puso como loca. “No sabía qué hacer, por qué lo mataron”, dijo el viernes pasado en una entrevista en Aguadulce de Coclé, provincia de Panamá.

Ortega recuerda que el día antes del asesinato todo fue normal. Pinzón estaba en la casa, fueron a hacer algunos mandados y luego se regresaron.

Ella tenía dos años de vivir con él y tuvo un niño de un mes de nacido, de nombre Michael.

Como a las 7 p.m., Pinzón le dijo a Ortega que iba hacer un viaje a David. Él se dedicaba al transporte de carga y con eso se ganaba la vida desde los 14 años.

Casi a las 7:30 p.m., la volvió a llamar y le dijo que la quería mucho y que cuidara mucho a su bebé. Esas fueron sus últimas palabras. “Me extrañó que no me llamara más, porque siempre pasaba llamando y preguntando cómo estábamos”, dijo Ortega.

El cabezal de Pinzón quedó en David. Incluso fue sometido a varias pruebas para detectar rastros de droga, pero todo fue negativo. “Él era una excelente persona. Alegre, trabajador”, relató Ortega, quien aún no sale del asombro.

Ella recuerda que en octubre del año pasado viajó con Pinzón hasta Nicaragua y conoció a Víctor Manuel Navarro, otro de los ajusticiados, en Paso Canoas.

“No tuvimos mucha relación, pero me pareció una persona normal”, afirmó Ortega.

En los últimos meses, Pinzón tenía problemas económicos pues no había mucho trabajo, incluso pidió dinero prestado.

¿Con quién se encontró en David? y ¿por qué lo mataron?, son preguntas que atormentan a Ortega día y noche.

Tráiler estaba malo

Víctor Manuel Navarro también tuvo un día normal. Según sus familiares, permaneció todo el día en el taller donde estaba arreglando su camión.

Víctor, al igual que Luis Ángel, se dedicó toda su vida al transporte de carga. Incluso viajaba mucho a Costa Rica.

Recibió un llamada de un amigo que le dijo que si podía acompañarlo a David, pues traía una carga de Colón y estaba cansado.

Así que, como a eso de las 7 p.m., se fue con esa persona, quien, al parecer, es Carlos Javier Espino Torres.

“Allá (en David) se quedó de encontrar con el papá, quien también es transportista”, recordó su madre Flor Otero.

Sin embargo, eso nunca ocurrió. A Víctor también lo reconocieron por la ropa, la misma con la que salió de su casa diciendo adiós a sus familiares.

Muertos por voto de silencio

Foto Flotante: 1893005

Alfredo Navarro, hermano de Víctor, comentó que las autoridades judiciales le dijeron que a su hermano lo mataron por el voto de silencio. “Él y Luis Ángel no tenían nada que ver con ese asunto, pero como ya habían escuchado mucho, los mataron por el voto de silencio”, expresó Navarro.

Agregó que su hermano, quien deja seis niños huérfanos, era un hombre muy trabajador y cariñoso con sus hijos.

Foto: 1892515
Un ambiente tenso se respira en Paso Canoas, frontera con Panamá.
Fotografías Manuel Vega.

Foto: 1893002
Luis Ángel Pinzón era para su familia un hombre muy trabajador.
Manuel Vega.

Foto: 1893001
Víctor Navarro Otero aprendió a manejar tráiler desde los 14 años.
Manuel Vega.

Foto: 1893000
Marjorie Ortega tenía dos años de vivir con Luis Ángel Pinzón.
Manuel Vega.


Historial

23 de diciembre, 2007

Dos panameños fueron asesinados tras un enfrentamiento entre bandas narco en en el distrito de Pavón, Golfito, Puntarenas, cerca de la frontera con Panamá.

30 de enero, 2008

Cinco panameños fueron asesinados en un tajo abandonado en Fila de Cal de Ciudad Neily. Las autoridades presumen que es un ajuste de cuentas por el robo de una droga.

31 de enero, 2008

Fueron encontrados dos carros, uno doble tracción, de placas panameñas, en el parqueo de un hotel en Paso Canoas, donde habrían llevado a algunos de los panameños asesinados.

 

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