Cynthia RODRÍGUEZ, corresponsal
Rodolfo MARTIN
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Quepos, Puntarenas. - Flotando, al vaivén de las aguas, apareció ahogado ayer el comerciante cuya ausencia había sido reportada desde el martes por la tarde, después de que lo vieron entrar al mar, en una pequeña playa frente al malecón en esta cabecera de cantón, confirmó la delegación del Organismo de Investigación Judicial.
La víctima se llamaba Asdrúbal Jiménez Villalobos, contaba con 43 años de edad y era el padre de cuatro hijos, tres varones y una mujer, precisaron los familiares.
El hallazgo lo hicieron ayer, a primera hora del día, los oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas, cuando apenas iniciaban la búsqueda del cuerpo.
Casi de manera simultánea, unos niños que caminaban ayer temprano por la playa, observaron un bulto de ropa acomodada e intuyeron que podría pertenecer a Asdrúbal, por lo que de inmediato avisaron a su familia.
Se trataba de un pantalón de mezclilla café y una camisa de vestir.
El cadáver apareció flotando a unos 50 metros al norte de la bocana, de la orilla del estero. Eran las 6:40 a.m.
El comerciante había ingresado al mar el martes anterior a las 4:30 p.m., según el testimonio de varios amigos que estaban cerca del lugar, tal como expresó Kenneth Jiménez, el mayor de los hijos del ahora fallecido.
Al parecer, llegó a la playa y se quitó la ropa con la idea de cubrir a nado el trecho entre El Cocal y El Estero de Quepos.
“Lo vieron cuando pedía auxilio. Sin embargo, no lo pudieron socorrer... no les dio tiempo”, expresó el doliente.
Asdrúbal rápidamente desapareció entre las olas, sin que alguien pudiera brindarle ayuda.
“La última vez que lo vi fue el lunes a las 7:30 p.m. cuando llegó a visitarme, algo que ahora pienso no fue sino otra cosa que a despedirse”, recordó Kenneth.
Además, el padre le contó que, al día siguiente, el martes, iba a trabajar a Parrita.
Jiménez se ganaba la vida como proveedor de mercaderías para tiendas y ferreterías, según detallaron sus familiares.
“Era un buen vendedor, reunía las principales cualidades para ello”, agregó el hijo.
El muchacho, aparentemente, cerró la conversación con su padre recomendándole que conservara el buen comportamiento que mantenía en su vida y que saliera temprano hacia Parrita para cumplir con su trabajo.
“En medio de toda esta fatalidad es bueno que el mar nos devolvió a nuestro padre porque así podemos darle cristiana sepultura”, manifestó Kenneth consternado.
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