Neyssa Calvo Achoy
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Creció en las tierras de Naranjo jugando con sus primos y recolectando café con su abuelita materna, doña Agripina. Con el tiempo Yendry Lobo se convirtió en una bella mujer que se abrió camino en el mundo del modelaje local.

Una carrera de la que según dice, ya empieza a despedirse al menos de los desfiles de ropa íntima donde siente que se explota sólo a la mujer.

En su cabeza hay una gran cantidad de ideas y todas dirigidas a desarrollarse no solo a nivel profesional sino también personal.

Se casó cuando ni siquiera tenía cédula de identidad (16 años) y un año después nació su hija Kianny, que hoy suma cinco años.

Incluso recuerda que aún casada asistió al “cole” y se graduó en el Liceo de Naranjo.

“Me casé enamorada, pero sin la madurez para asumir la responsabilidad de una familia. Nos dimos cuenta de ello y al cabo de casi dos años nos divorciamos”, comentó Lobo.

La experiencia fue un trago amargo, pero hoy asegura que fue lo mejor.

Yendry es de las que asume las pruebas con valentía, a lo mejor por eso no tuvo reparo en trabajar la tierra recién casada, para sacar adelante la siembra que le dio de comer a ella y a su esposo durante un tiempo.

Y es que además, la naturaleza parece que le “chifla” porque es la jardinera de su casa, en Santa Ana, donde vive con su hija y madre.

Se considera una mujer sexy y una compradora compulsiva, en especial cuando de zapatos se trata. Tan solo imaginen que tiene 70 pares de zapatos, incluso algunos sólo los ha usado una vez, reveló.

Eso sí, los abrigos ni los vuelve a ver porque le encanta andar bien fresca. Así que siempre la verá con pantalones cortos.

Con su aire coqueto atrapa la mirada de los hombres a su paso. Sin embargo, su corazón se lo robó hace cuatro meses un empresario nicaragüense.

Es de las que no se puede quedar quieta, por eso divide su tiempo en mil cosas: es mamá, modelo, trabaja en bienes raíces y estudia para ser operadora de computadoras. Además, aprende portugués y recibe los últimos cursos de inglés.

Este año dio mucho de que hablar cuando sacó su exitoso calendario 2009. Mismo que editó con sus propios ahorros.

Los dos mil ejemplares se le fueron como pan caliente, dijo. Al punto, que cuando se dio cuenta no quedó uno para ella, comentó entre risas.

Para el 2010 es posible que vuelva a sorprender a los ticos con otro calendario semidesnuda en escenarios de la bella Cuba. Mientras tanto, se chinea a más no poder para tener ese cuerpo escultural.

Al natural

Le fascinan los caballos y estar al aire libre.

Hace ricos postres y aprendió a cocinar viendo “Tía Florita”.

Trabajó en el programa “TV Mejenga” a los 13 años cuando empezó en clases de modelaje.

Lo primero que ve en un hombre son los dientes.

Toma vitamina E para la piel y se aplica gorras.