MSc. Margarita Murillo Gamboa
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Conflictos y discusiones en casa, nuestras hijas comienzan a experimentar cambios hormonales increíbles de carácter y humor, las dulces niñas se convierten en “monstruos” que casi no reconocemos. Esta es la queja de muchos padres y madres, ¿Qué sucedió?

Comienza la etapa de la pubertad más sensible de las mujeres, es un encuentro con una serie de sensaciones en el cuerpo y las emociones que no se comprenden, únicamente se sienten.

Nuestras hijas necesitan de mucho apoyo, afecto y firmeza de padres y madres, pues el cambio físico, de tener un cuerpo de niñas a aceptar pechos, caderas, vellos (que culturalmente hay que desaparecer), es rechazar parte del desarrollo femenino.

Los brazos crecen, de pasar desapercibidos, ahora llaman la atención por la hermosura con la que van despertando. Esto las convierte en personas más vulnerables, pues son niñas-mujeres, pero en realidad son niñas.

Nuestras hijas en este período, empiezan a descubrir la presión social que ejerce su cuerpo sobre otros grupos, sobre todo en el de hombres de todas las edades, toda la presión cultural y publicitaria las hará conscientes de ello.

Se exponen a una pérdida de la identidad que venían construyendo donde, por lo general, en la infancia eran mucho más abiertas, podían subirse a los árboles sin temor, jugar fútbol, coger bichos, mantenerse despeinadas todo el día sin complejos, andar en tenis y sucias, pelear boxeo, defender a sus amigos y ser las heroínas del grupo, ser las presidentes e inteligentes de la clase y sentirse orgullosas.

En estos años, se volverán pasivas, obsesionadas por dominar su cuerpo y acomodarlo a las exigencias externas y grupales. Aquí entran todas las obsesiones más fuertes hacia el rechazo de su cuerpo y se pueden desarrollar trastornos alimenticios.

Las amigas serán duras y groseras, los chismes el pan nuestro de cada día, se pueden destruir emocionalmente unas a otras, y rechazarse en tonos de humillación. Todo es parte del acomodamiento y aquí entramos los padres, madres, tías, tíos o quien quiera que ellas escuchen debe aprovechar para fortalecer su identidad.

Se busca asegurarlas en lo que son, en sus habilidades, promover que hagan deporte, que desarrollen y experimenten con el arte, el diálogo, fortalecer los valores de respeto, responsabilidad, libertad, dignidad. Fortalecerlas en su encuentro con ellas, protegerlas pues están más expuestas a los abusos o acosos sexuales. Estadísticas de Centros de Salud hablan de embarazos a los 14 años, y citan sétimo y octavo año de secundaria con la más alta probabilidad de embarazo.

Aún no conocen el manejo de su propio cuerpo, pueden exponerse y no saben defenderse de las insinuaciones y manipulaciones emocionales que ejerce la sociedad en ellas, en materia de cultura y moda. Este es el tiempo para hablar abiertamente de tener novio, que se convierten en una competencia entre las amigas.

Promover actividades y diálogos que buscan protegerlas, alimentar la toma de conciencia sobre el uso que de su cuerpo, respeto de deseos y opiniones, abrir espacios para la promoción y realización personal.

Las relaciones de pareja, de amigos y amigas deben ser justas, libres, responsables, abiertas, seguras y respetuosas. Que se empoderen y aprender a decir no.

Tips

¿De qué tamaño es el pene?

El tamaño depende de la herencia de abuelos, tíos, los hombres de la familia. Usualmente tiene 20 cm de largo (en erección) y 10 cm en reposo, el tamaño de la vagina. Los hombres preguntan esto, pues se ha asociado que un hombre con pene grande puede dar más placer a la mujer. Esto es un mito, la herencia no es nada, si la mujer no quiere ni está dispuesta con usted. El placer no depende del tamaño.

¿Por qué las mujeres casi no quieren tener sexo coital?

Culturalmente una mujer que muestre deseo abiertamente, o que se permita pedirlo, será tachada por la sociedad de “sucia, pervertida”, aún cuando los hombres fantaseen con una mujer así. El acto coital es una expresión, inconsciente, de la masculinidad.