Alejandro Arley Vargas
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Entre los millones de nacimientos que se registran todos los días en el mundo, pocos son tan extraordinarios y asombrosos como los de siameses.
Son gemelos que están unidos por una o varias partes del cuerpo y, en muchos casos, comparten órganos vitales como el corazón.
Un parto de siameses es tan excepcional que en Costa Rica se da uno entre cada 200 mil, comentó Rodolfo Hernández, director del Hospital Nacional de Niños.
El pasado 11 de marzo, una joven de apenas 18 años, estudiante de un colegio de Pérez Zeledón, dio a luz siamesas en el hospital San Juan de Dios.
Las niñas comparten órganos vitales y salieron del centro médico el lunes anterior. Pesaron cuatro kilos, toman leche por vía oral y se encuentran estables.
Aunque Al Día intentó conocer detalles del caso, la familia pidió absoluta confidencialidad.
Eugenio Calderón, perinatólogo del San Juan de Dios y especialista en embarazos de alto riesgo, indicó que a las bebés se les dará seguimiento en el hospital de Pérez Zeledón.
“Fue una cesárea complicada, pero las niñas están bien. Ayudó mucho que la madre es joven”, añadió Calderón.
Pocos casos
En el país se registran ocho casos conocidos de siameses.
Las primeras, en 1977, fueron dos niñas, en La Cruz de Guanacaste, que fallecieron dos días después.
De todos los partos, solo las bebés de Pérez Zeledón y las pequeñas Yurelia y Fiorella Rocha Arias están con vida.
Las hermanas Rocha fueron separadas exitosamente en noviembre del 2007 en el hospital infantil Lucile Packard, de Palo Alto California (vea nota aparte).
Fuentes médicas revelaron que, por su condición, las niñas generaleñas no pueden ser separadas mediante cirugía.
El director del Hospital de Niños explicó que en un 75 por ciento de los nacimientos de siameses se da a luz mujeres.
“La literatura reporta que el 50 por ciento de los siameses fallecen en el útero y el otro 50 por ciento nacen. Las expectativas de vida dependen de cada caso en particular”, afirmó el doctor Rodolfo Hernández.
Historia de amor
El 26 de abril del 2002, nacieron en la Maternidad Carit (hoy Hospital Nacional de las Mujeres) María de los Ángeles y María del Milagro Brenes, siamesas unidas por el pecho.
Aunque solo vivieron dos meses y 12 días, transformaron la vida de sus padres, María Francis Carranza y José Antonio Brenes, quienes residían en Alajuelita.
Carranza tenía 27 años y tres hijos. El de las siamesas fue su último embarazo.
“A los siete meses, me di cuenta de que venían pegadas, pero yo, en aquel tiempo, ni siquiera sabía qué eran siamesas”, expresó.
“El tiempo que las tuve, las amé con todo mi corazón y les di mi cariño. Eran hermosas y ahora son una parte de mí que está en el cielo”, añadió la madre.
Las niñas compartían el corazón, y por eso no podían separarlas. Además, tenían dificultades para respirar por sí mismas.
El 9 de junio del 2002, su padre las tenía en brazos cuando fallecieron. “Es algo que nunca voy a olvidar”, recordó Brenes.
Hoy, la pareja vive en Guadalupe. El recuerdo de sus niñas aún inunda la casa y les saca suspiros y sonrisas.
Quien ahora vea correr a Yurelia y Fiorella Rocha Arias jamás se imaginaría que nacieron unidas por el pecho y el abdomen.
Las gemelas tienen tres años y siete meses. Viven con sus padres, María Arias y José Luis Rocha, y sus hermanos en Alajuelita.
Yurelia y Fiorella nacieron el 30 de agosto del 2005 en el Hospital Nacional de Niños. Compartían una válvula del corazón y el hígado.
El 12 de noviembre del 2007, en el hospital infantil Lucile Packard de Palo Alto, California, las pequeñas sobrevivieron a la compleja cirugía de separación.
Durante cuatro horas, las intervinieron seis médicos, entre ellos el costarricense Carlos Esquivel.
Las niñas y su familia contaron con el apoyo económico de la Fundación Mending Kids para su estadía en California.
Yurelia y Fiorella regresaron a Costa Rica el 4 de febrero del 2008.
En agosto del año pasado, estuvieron internadas en el Hospital de Niños por una bronconeumonía, pero se recuperaron bien.
Al Día quiso conversar con María Arias; sin embargo, su esposo dijo que ella no quería ser entrevistada.
Carmen Arias nunca olvidará el 5 de abril de 1985 porque ese día nacieron sus hijas Karen y Karol Jiménez en el hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas.
Las siamesas, unidas por el pecho y el abdomen, vivieron poco más de cinco meses.
La madre se enteró de que eran siamesas dos días después del parto. A las niñas se las llevaron al Hospital de Niños, donde las conoció.
“Las alcé. Tenía la sensación de que debía protegerlas”, comentó Arias, madre de dos hijos más y enfermera en el Hospital de Niños.
Debido a una complicación de salud, los médicos intentaron separar a las bebés, pero sus corazoncitos no resistieron. Una murió en la sala de operaciones el 17 de setiembre y la otra al día siguiente.
“Disfruté y viví al máximo cada minuto con ellas”, añadió la madre.
1977 / La Cruz
Nacen siamesas, pero mueren dos días después.
5 de abril de 1985
En Puntarenas, nacieron Karol y Karen Jiménez. Fallecieron en setiembre de ese año.
25 de junio 1993
Nacieron siameses de apellido Torrente, en el hospital Calderón Guardia. Vivieron solo 16 horas.
6 de abril del 2000
Nacen siamesas, una no se desarrolló completamente. Ambas murieron.
30 de agosto del 2005
Yurelia y Fiorella Rocha nacieron en el Hospital de Niños.
2009
Dos casos en el San Juan de Dios. En enero fallecieron siameses y el 11 de marzo nacieron las niñas de Pérez Zeledón.
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