Juan Diego Villarreal
jvillarreal@aldia.co.cr

El solo mencionarles el “Aztecazo” es como abrir una puerta y devolverlos a aquel 16 de junio de 2001, cuando Costa Rica venció a México 1-2 en el estadio Azteca.

Cada uno revivió el partido, recordó los goles, sus lesiones, sus golpes y celebraciones.

Wílmer López, Reynaldo Parks, Steven Bryce, William Sunsing y Carlos Castro fueron parte de los 14 jugadores que actuaron en el memorable partido y contaron para Al Día las emociones que vivieron con sus compañeros.

“El Pato” López, quien actuó durante 90 minutos, expresó: “Uno recuerda todo, desde que llegó al estadio hasta cuando salió a calentar a la cancha y vio la gran mancha roja de los aficionados que llegaron ese día a apoyarnos. Es una emoción que cuesta describirla, solo el vivir ese momento es que se entiende lo trascendental de aquella victoria”.

“Empezamos perdiendo, pero el gran compañerismo que existía y la motivación fueron ingredientes que nos hicieron sacar la victoria. Todavía, cuando recuerdo los goles de Rolando (Fonseca) y Hernán (Medford), se me erizan los pelos”, dijo López.

Bryce tiene un “nudo en su cabeza”, pues del primer tiempo no recuerda nada. ya que recibió un golpe en la cabeza y sufrió una contusión: “De lo único que tengo memoria es ver la gran mancha roja al ingresar a la cancha. Eso sí, después de ver en video cómo jugué esos 45 minutos, deseaba que me pegaran otra vez en la cabeza para continuar jugando igual”.

“Son los partidos que cualquier futbolista desea jugar, porque marcan una época”.

Reynaldo Parks recuerda muy bien la lesión de Bryce. “Nos asustó a todos, pero al final fue parte de las anécdotas que vivimos”.

“Aquel partido fue algo lindo, porque era una eliminatoria donde estábamos rompiendo paradigmas y había muchos dimes y diretes entre Hernán (Medford) y la prensa mexicana”.

“Cuando salimos a calentar nos sorprendió la “mancha roja” en el estadio, todos aquellos ticos que miramos nos llenaron de una gran motivación”.

Carlos Castro salió a celebrar como loco el segundo gol de Medford con un paño, moviéndolo con su brazo, imitando el movimiento al bailar el punto guanacasteco.

“Solo me faltó el chonete. La victoria se dio gracias al juego de conjunto, pero lo más importante es que todos creímos en nuestra capacidad individual y teníamos grandes deseos de ganar”.

Sunsing, quien podría repetir, ingresó de cambio y bailó a la defensa mexicana. De una falta que le cometió Duilio Davino vino el gol de Fonseca, de tiro libre.

“Lo que rescato es el gran compañerismo y la unión de grupo, en eso se gestó nuestra victoria”.

La Tricolor alineó ese día con: Erick Lonis, Jervis Drummond, Reynaldo Parks, Luis Marín, Gilberto Martínez, Carlos Castro, Rodrigo Cordero, Mauricio Solís, Wílmer López, Steven Bryce y Paulo Wanchope. Además jugaron Rolando Fonseca, William Sunsing y Hernán Medford.

10 claves

1 Unión de grupo. La confianza y el compañerismo en el grupo fueron esenciales para lograr la victoria ante los aztecas.

2 Creer en sí mismo. Lo colectivo tiene un enorme peso, pero también creer en lo que se puede dar en la cancha, sacar esa “chispa” del tico.

3 Todos por un mismo ideal. Tener claro por qué se lucha y poner todo el empeño al servicio del grupo, para lograr los objetivos que se propusieron.

4 Establecer los valores. Una identidad clara a la hora de vivir los valores, que el equipo ha definido como suyos, a raíz de sus conductas.

5 Valorar lo tico. Conocer lo nuestro, la historia de Costa Rica, el significado de los símbolos patrios y el sano orgullo de ser costarricenses.

6 Ambición. Tener claro el objetivo, sea el que sea. Es alcanzable con esfuerzo, voluntad, deseos y superación de cada seleccionado.

7 Motivación externa. Para los seleccionados ver la “mancha roja” en el estadio Azteca fue una motivación y compromiso para salir adelante.

8 Tener el balón. Tomar la pelota y hacer el juego de pie a pie que caracteriza al jugador nacional y no perder la identidad en el terreno de juego.

9 “Jalar al mismo saco”. Cada uno conoce cuáles son sus deberes en la cancha, pero hay que ayudarse y acuerparse para salir adelante.

10 Fe en Dios. No importa la religión que se profesa, la fe en el Todopoderoso es Imprescindible para lograr salir adelante.

Este es el Coloso

Maradona vivió su mayor gloria
en el Azteca.

Un sueño. En el año de 1962, Emilio Azcárraga Milmo decide la construcción del Estadio Azteca, sueño que se hizo realidad en 1966.

Primer partido. La inauguración fue el 29 de mayo de 1966, a las 12 mediodía, con una asistencia de 105.000 espectadores, que se reunieron para presenciar el partido entre América y el Torino de Italia.

En la red. Ha sido incluido en el juego de video de fútbol FIFA 2006, 07, 08 y 09.

Única derrota. México solo ha perdido un partido eliminatorio en el Estadio Azteca y en toda su historia. Fue precisamente frente a Costa Rica, en el 2001, con marcador de 1-2.

“No a las frutas podridas”

El motivador de la Selección, German Retana, se mantiene “invicto” en el Azteca, pues fue parte de aquel grupo que en 1997 igualó 3-3 con los mexicanos, bajo el mando de Juan Luis Hernández, y la victoria del 2001 con Alexandre Guimaraes.

“En 1997 solo trabajé con la Selección para el partido contra México, gracias a don Juan Luis Hernández, pero marcó el inicio de una relación que me facilitó regresar a la Selección en el 2000. Nos reunimos dos semanas, todas las noches, durante dos horas; esa fue la primera vez que el factor mental se trabajó en forma intensa en una Selección Nacional”, recordó Retana.

“Para el 2001 la preparación mental se centró en un sano nacionalismo, estudiábamos temas sobre Costa Rica y decidimos entre todos que iríamos a México a hacer historia”.

“Hicimos un ejercicio de visualización y varios jugadores describieron cómo deseaban salir de ese estadio el día siguiente y qué jugada les gustaría hacer; Fonseca nos narró un gol casi idéntico al que hizo. Todos fuimos conscientes de que el tema del estadio, la altura y la contaminación eran “frutas podridas”, que no deberíamos comer ni prestar atención”.